De seguro cada persona que se haga llamar metalera, rockera, o simplemente alguna vez en su vida haya vestido alguna polera negra con la más mínima alusión a alguna banda de este género, fue alguna vez tildada de, por lo menos, rara.
Satánicos, trastornados, locos, violentos y un sin fin de calificativos negativos recaen siempre en quienes somos oyentes de (aprovechando que está de moda) todo lo que vino post Black Sabbath.
Y aunque efectivamente muchos quienes disfrutan, viven, crean y sienten el buen metal se consideran seguidores del demonio, aka: el Diaulo, Coleflecha, Mandinga, Chamuco (esa se la aprendí a unos mexicanos), etc, existen también quienes no le prenden velas al malulo sino que elijen seguir a Cristo.
Pero entre toda esa rareza y mezcla de cultos cada uno más extraño que otro está precisamente Stryper: una banda que desde hace varias décadas y mientras tildar de satánico a quien vistiera de negro era mucho más común que hoy, comenzó a "rockear para Cristo" (según sus propias palabras).
¿Rockeando para Cristo sin ser una banda cristiana?
Stryper es la banda de metal cristiano por excelencia. Así al menos debe ser concebida por la mayoría de quienes conocen el género y conocen a la agrupación. No así para Michael Sweet, fundador, vocalista y guitarra de la banda.
Efectivamente, años atrás en diálogo con Talk is Jericho, el líder de la agrupación ahondó en aquella frase que resonó entre sus fans: “Recientemente, en los últimos años, dije varias veces, y realmente causó revuelo, que no somos una banda cristiana. Y la gente dice, '¿Qué?' Pero somos cristianos en una banda de rock. Y hay una diferencia".
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