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#LiveReview: Crisálida en Bar de René - Cuando la música nunca pierde su magia

 

Hace unos días recibí un llamado del equipo de Resistance para ir a cubrir un show especial de Crisálida que se iba a realizar en el Bar de René. Una situación que en lo personal me alegra, pero que al mismo tiempo trae muchísimas dificultades, debido a que es una banda que conozco y quiero hace muchos años.

Nuestro deber como columnistas es siempre ser objetivos (o lo máximo posible), pero el desafío que me encomendaron mis compañeros de equipo merecía correr este riesgo. Mi colega y amiga de Resistance Alejandra me dice al teléfono que quieren reencontrarse con esas bandas clásicas y que en su momento fueron rupturista, una forma de valorar toda su trayectoria y de alabar lo nuevo que están haciendo, fue con su perspectiva que fui nuevamente a ver a una de mis agrupaciones favoritas de la escena nacional.

Providencia se llena en la noche de viernes, mientras que al fondo del Bar de René una cofradía de seguidores y amigos comienza a agruparse, llenando el salón y esperando a las 22:15 para que Cinthia Santibáñez y compañía salgan a escena.

El recinto se inunda de aplausos mientras toda la sala se sumerge en la experiencia sonora que es "Cabo de Hornos". El viaje viene fuerte e intenso y el inicio marcado por este single y "Araucana" nos transportaron a todos a diferentes localidades de Chile, una repasada de sur a norte y que demostraba el largo trayecto que había que recorrer esta jornada.

Cinthia, siempre es muy cercana, nos saluda a todos y todas para continuar esta velada con "Bajo Tierra". Este clásico de Solar sufrió un poco con algunos detalles en el audio, pero al mismo tiempo que una dificultad o adversidad aparece es cuando puedes seguir maravillándote con la gracia y talento de la banda, quienes frente a un problema con el retorno de audio, en dos o tres miradas saben como actuar y qué hacer. Incluso, su cantante se lució marcando los compases de la canción con sus manos para no perder el tempo de la pista. Simplemente notable, ahí es donde se ven los años de trayectoria y que de seguro sus alumnos también notaron.

Como ya vimos, Crisálida es imparable y la jornada venía repleta de hits como "Kawesqar", "Aurora Polar", "Kitral" y "Mi Libertad", todo en una performance envolvente que tiene a todos cautivos en el acto. Donde se puede apreciar un público de varias edades y donde todos tienen algo que mirar y con lo que sorprenderse.

Es grato no sólo ver el desplante de estos tremendos músicos, sino que también ver la complicidad que existe entre ellos en cada mirada y gesto. Un elemento que obviamente es vital para una banda, pero que a la hora de hacer shows suma muchísimo, porque logra transmitir el disfrute a todo el público presente y que da cuenta de la solidez que hay actualmente en Crisálida.

"Solar" es otro de los clásicos que suena durante la extensa jornada, que como ya te dije fue súper cercana e íntima, con un corcurso incluido para los asistentes y donde todos pudimos disfrutar de las risas y la alegría. Pero tampoco podía faltar la emoción y para ello "Hidromachi" es una de esas canciones - que en lo personal - me erizan la piel de sólo escucharla y donde debo destacar la labor del "Sudy" en la guitarra, quien aporta un sonido fresco y envolvente a estos clásicos y que en este show se pudo apreciar de muy buena forma.

"Atacama", "Violeta Gris" y "Bosque Triste" son otros de los temas que pasan por el setlist, donde puedes mirar a donde sea para sorprederte. Está la versatilidad y teatralidad que Cinthia aporta en cada canción; la fuerza y solidez que trae Braulio en cada punzada del bajo; el sonido psicodélico y técnico de "Sudy" y toda la potencia y precisión del "Pipo" Cortés en la batería. Crisálida ha tenido varias formaciones -porque tienen años de trayectoria - es súper difícil decir que una es mejor que la otra, pero esta suena fresca, clásica y moderna al mismo tiempo y anoche eso se sintió. No era el show para volverse loco saltando en cancha, era de esas performance para mirar y quedar con la boca abierta de lo completa que logra ser su presentación, pese a cualquier detalle de audio.

Se viene el cierre de la jornada con la parte final del setlist, uno que cerro con clásicos como "Raco - Viento del Sur" y "Morir Aquí", pero también con los adelantos del nuevo disco "Volcano" y "Niño del Plomo", que formarán parte de su nuevo disco Niños Dioses (como avisaron durante la noche).

Así culminó la jornada, una donde a la salida estuvo llena de abrazos, cervezas y conversaciones. Crisálida durante años ha trabajado un sonido que sin importar el escenario, es cercano en todo momento (y lo digo porque los vi con Epica hace poco).

Crisálida es de esas bandas que no le debe nada a nadie, son su propia identidad y quizás a lo largo de los años ese ha sido su gran legado, construir un sonido con el que nosotros (sus fanáticos) nos podemos identificar. Es una de esas bandas con las que me dan ganas de decir "este sí es metal nacional", porque suena a lo que vivo, a lo veo y donde vivo. 

Como dije arriba esto fue un repaso a toda su trayectoria - que si bien no es de las más largas - está llena de emociones y calidad. Recorre Chile de Norte a Sur y es difícil si eres de esta parte del mundo que no conecte contigo, porque lo de anoche no fue un show más, no fue una tocata más, es un legado que se ha trabajado por años y que suena con un Crisálida que aún tiene mucho que ofrecer a nuestras vidas.

Anoche durante una hora cuarenta minutos la banda no sólo nos comparte su historia, su legado y sus próximos desafíos, sino que también nos muestra como en la vida hay que ir cambiando y adaptándose a los nuevos desafíos y escenarios, pero nunca perdiendo la identidad. Sea teloneando a Epica o tocando en el Bar de René, la potencia, el profesionalismo, la cercanía y la mística que logran transmitir sigue intacta. Una velada que demuestra lo que decía mi colega de porqué fueron una banda rupturista en su momento y cómo se han perfeccionado con los años, pero que al mismo tiempo te vuelve a cautivar seas un fan nuevo o de antaño. Un conjunto que no se deja de perfeccionar, no se deja de reinventar y que su música no pierde la magia que ha existido desde sus comienzos.

Por Felipe Pino Guerrero
Fotografías por Remigio Olivares

 

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