La pasada noche no fue una de las clásicas jornadas dominicales veraniegas, con guitarras distorsionadas, baterías incombustibles, cerveza y mosh, sino que una completamente inversa, en la que primaron otros elementos como la ritualidad, la ceremoniosidad y la llamada a espectros del pasado.
Ante todo, no se puede pretender que las presentación de Mortiis y Nytt Land se deban analizar por separado, y no como una especie de mancomunidad espiritual, pues esta gira estaba en búsqueda de un objetivo similar. Algo así como lo que se denomina el "animus societatis" para una sociedad entre el noruego y los rusos, cuya finalidad es hacer del Domingo una noche de Culto, de un culto que emerge de frías estepas y ruines calabozos, de un culto en búsqueda de la conexión y sentido espiritual.
Nytt Land, como ya lo hicieron en 2023, nos trajeron toda su ceremonia siberaniana a estas tierras que arden en calor. Un poco de frescura hacen sentir, no solo por su sonido poco habitual en el circuito, sino porque, como muchas bandas lo hacen, su presentación es un ritual, un ritual autóctono de las estepas congeladas de Siberia, de conjunción con las raíces y sentimientos indómitos, buscan una conexión espiritual a través de la música.
No confundirse, lo que a muchos nos puso la piel de gallina y logró emanar emociones profundas no es un ritual nórdico, sino algo completamente único para cierto sector de Rusia. Y es que Nytt Land puede considerarse una joya entre tanta eslavofilia, pues es capaz de evocar, levantar y abrazar un sincretismo entre el pasado eslavo y mongol de los rusos. Un verdadero valuarte, una mezcla digna de los grupos Cosacos que incursionaron en las frías estepas rusas.
Realmente lo que transmiten los rusos sobre el escenario es de otro plano o de otra realidad, logran conectar con su espiritualidad sobre el escenario y emiten toda su mistificada a través de los instrumentos indigenas como el tambor, el gusli y el canto Khöömi, haciendonos parte a todos y todas en una ceremonia de conexión ancestral realmente hermosa y emotiva.
Por su lado Mortiis es de una interpretación mucho más moderna, pero solo en la forma con su tenebroso teclado y arreglos siniestros. Pero, su búsqueda espiritual, es completamente similar a la de los rusos, el sentido identitario se mantiene intacto, solo cambia de región geográfica.
En este sentido, y debido al romanticismo noruego imperante detrás del Dungeon Synth empuja a que Mortiis, como su repaso completo de "Født til å herske", nos traslade a los albores de la construcción identitaria noruega, a las tierras nórdicas en un imponente reino del que fuimos alguna vez regentes. Todo esto para contarnos la historia de un espectro que fuere alguna vez un rey
En su caso hora de show, y con su teclado oscuro, Mortiis nos lleva con y en las pesadas botas de un antiguo gobernante que recorre sus tierras y su castillo, sus más antiguos aposentos y dominios territoriales. Todo esto con la finalidad de reconstrucción, de volver a poner en pie, y desde las más completas ruinas, un reinado absoluto.
No solo se trata de un relato místico inventado, sino que puede pensarse en la propia búsqueda de la identidad territorial y cultural, en redescubrir y resignificar el relato, en intentar re-construir una historia que pudo ser contada en una hoguera, por dos granjeros, previo a su inicio de temporada.
Es cierto, muchos pueden solo haber visto a Mortiis tocando su teclado sobre una tarima, pero es lo que transmite desde él, lo que generó con su interpretación es lo que realmente cierra esta jornada ritualistica. Y es que, sí, no fue una jornada típica, sino mucho mucho más espiritual, mucho más de conexión e incluso, porque no, esotérica y etérea.
Fue un show distinto, fue un show completamente introspectivo y ceremonioso, aunque no esperaba menos de las grandes agrupaciones y proyectos que se presentaron. No te hacen participar desde el grito, el canto o el tarareo, sino que te participar como un testigo, en carne propia, de un verdadero ritual. No hay forma de quedar indiferentes ante esto.
Tal vez, y en este sentido es importante destacarlo, al existir tanta espiritualidad contenida en ambas agrupaciones, tal vez apostar por una agrupación nacional similar, que agregara su idiosincracia e idealismo indígena latinoamericano, le habría dado un completo broche de oro para una jornada que entrego una gran vista panorámica de la cosmovisión nórdica y asiática.
Review por Gonzalo Biava
Fotografías Spider Prod
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