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#LiveReview: Imagine Dragons en Chile - El rugido de un show para esta generación

 



    Muchas veces creamos o hacemos cosas simplemente por el acto de repetir, por encargo o sólo por hacer algo, pero te has preguntado alguna vez ¿qué recuerdo o qué legado quieres dejar? Hoy estamos en un punto bien particular como sociedad y es en estos momentos donde se agradece romper con dicha "cotidianidad" como lo hace Imagine Dragons con su show.

    Y claro, muchos aún se cuestionan si este conjunto es rock o no, una etiqueta que los auditores buscan ponerle a una banda para ver si la pueden o deben escuchar, pero son esas etiquetas las que rápidamente se van al carajo cuando la música empieza a sonar.

    Todo comenzó puntual en el recinto de La Florida, cuando a las 20:00 hrs el trío chileno MKRNI abrió la jornada con su pop experimental y que inundó el recinto en una experiencia sonora muy entretenida, cercana al dream pop y que tuvo a muchos y muchas bailando, mientras la suave música y la voz de Elisita Punto los guiaban por este viaje que duró aproximadamente 30 minutos.



    Pasada las 21:00 hrs comienza a sentirse el frío (¡al fin!) y la larga espera por Imagine Dragons acaba cuando las luces se apagan y comienza la introducción al espectáculo. Un metraje que reflexiona de forma filosófica sobre cómo vivimos y qué realmente disfrutamos da introducción, un motivo particular para comenzar un concierto y que el vocalista Dan Reynolds aprovecha para entrar con "My Life" y desatar la fiesta en el estadio.

    Es sólo el primer tema y todo se llena de confeti y papelitos volando, donde Dan utiliza una extensa pasarela para llegar desde el escenario a la cancha general y hacer que todos nos sintamos partícipes del show. Así comienza a despachar los primeros clásicos del conjunto como son "Believer" o "It's Time", todo bajo el lema de que hoy olvidemos todo lo malo, disfrutemos, sanemos y coexistamos juntos.

    Si bien la banda mayormente está atrás en el escenario, Daniel Sermon aprovecha la instancia para dar un magistral solo de guitarra y dar el arranque a "I'm So Sorry", que mantiene a todos saltando junto con la incombustible energía de su vocalista y que sólo disminuye cuando "Thunder" entra en acción, con un recinto iluminado por las linternas de los celulares.



    De forma muy similar al show de Coldplay (que puedes leer la reseña acá), acá no estás en un punto fijo, sino que debes estar constantemente girando en tu posición para ver las diferentes cosas que van pasando en el escenario y que agregan mayor dinamismo al show. Recurso bien aprovechado por el conjunto que logra bajar la intensidad en temas como "Birds" o "Follow You" y que posteriormente logra hacer explotar el recinto con la fuerza y energía de singles más rápidos como "Natural".

    Dentro de los varios cambios que va teniendo este espectáculo está la inclusión de un set acústico, que realiza toda la banda desde la pasarela. Un espacio para sorprender con temas más íntimos como "Next To Me" o "Amsterdan", que crearon una vibra bien especial en el show y que hicieron a Dan y Daniel improvisar con "Three Little Birds" de Bob Marley, donde me sorprendió que fuera coreada masivamente por el estadio. Espero se entienda este punto, debido a que sí, es un clásico de Bob Marley, pero este público era muy variado y no había ninguna seguridad de que eso pasara. Muchísimos niños y niñas ocupaban las galerías y la cancha, habían fanáticos del rock jóvenes y de más edad, había gente que incluso le gustaba el rap o hip hop. Era un espacio para la diversidad en todo su espectro y que hacía que todos se sintieran partícipes y cómodos.

    "I Bet My Life" termina el ciclo acústico con un Dan que recorre todo el borde del escenario abrazando y compartiendo con el público. Un show lleno de muestras de cariño y que le retribuyen con banderas de Chile o de la comunidad LGBTIQ+. La energía de los asistentes no decae y mucho menos la del conjunto que sigue sorprendiendo con éxitos hiper conocidos como son "Sharks" o la inconfundible "Enemy" de League Of Legends.



    Pero sin duda alguna, uno de los segmentos más íntimos fue el que comienza con "Bad Liar" que desata el canto sin pausas de todo el estadio y sólo es complementado por "Demons", canción dedicada a todas las personas que sufren depresión y que fue recalcado con un banderín que decía "Your Life Is Worth To Live It", consigna ovacionada por todos los espectadores y que es una de las principales temáticas abordadas por el conjunto. Siendo un apoyo musical para quienes lo necesitan en sus momentos más difíciles, como el mismo Dan lo ha señalado en más de una oportunidad. Un momento mágico complementado con el fan action de la jornada que llenó el estadio de luces rojas en el público.

    Poco a poco el recinto comienza a llenarse de globos gigantes que van saltando en la cancha al ritmo de "On The Top Of The World", un momento que tiene a todos y todas bailando, mientras las cámaras del recinto van mostrando las caras de alegría de los miles de fanáticos que tiene el Estadio Bicentenario. Una fiesta que va camino a acabar, pero que se despide a lo grande con "Bones", "Radioactive" y "Walking The Wire" en un show de casi dos horas.



    Acá me voy a extender un poco y es que lo de Imagine Dragons es distinto, pero no en un mal sentido. Durante años han sido una banda que produce opiniones mixtas, todo muy de la mano de la creciente y explosiva fama que han tenido, sin embargo, hay que justificar al conjunto norteamericano.

    Su música está pensada para los estadios o grandes recintos, se apoya muchísimo de la participación del público para resultar en vivo y cuando se ejecuta funciona a la perfección. Es una performance que está pensado en un público muy familiar y eso se notó anoche en el Bicentenario, donde familias enteras y muchos niños y niñas hacían acto de presencía en las diferentes localidades.

    Pero creo que lo más importante, es que la banda con su pop rock (y que se fusiona con varios estillos)  habla a una sociedad moderna con sus problemas actuales. Dan Reynolds es un músico muy transparente con su vida y sus motivaciones líricas, por lo que las letras de Imagine Dragons no temen en hablar de depresión, penas amorosas o los cuestionamientos a uno mismo. Es un conjunto necesario en un mundo que cada día se deprime más, que cada día es más solitario pese a la interconexión y que donde todo es tan ficticio gracias a las RRSS.



    Imagine Dragons es una banda pensada para los problemas del hoy y les da un abrazo musical, eso explica su éxito y la transversalidad del público que tienen. Por lo tanto, es llamativo ver un show con tanta luz, con tanto cariño y tanta serenidad, porque en un mundo tan herido como el nuestro no todo se puede solucionar con euforia, a veces hay que darse ese espacio de reflexión. 

    De una u otra forma el conjunto termina acercando a un público nuevo a varios estilos y eso es meritorio, tiene un fandom mucho más abierto musicalmente y que disfruta de la experiencia de la música, por lo que si suena un tema de Bob Marley no dudarán en cantarlo. Imagine Dragons, es una banda de su generación y que logra conectar transversalmente, porque no siempre encuentras un show como este, uno de esos que exorciza tus demonios y busca dejarte con una sonrisa y la tranquilidad de que todo, tarde o temprano, va a estar bien.

    Esa es la gran propuesta de Imagine Dragons, busca dar un mensaje personal e íntimo para quien lo necesita, busca no sólo dejar un legado, sino que dar un abrazo. No se trata de buscar separarnos más en etiquetas que pone la sociedad, se trata de mirar al otro con sus diferencias y saber que podemos coexistir, como señaló Dan al principio del show. Por lo que este espectáculo busca atender a las propias necesidades de cada uno y la opinión y la experiencia, dependerá de que tanto esta te puede llegar. En lo personal, creo que se justifica la fama del conjunto, defienden su propuesta musical y dejan en claro el porque su show en vivo es uno de los imperdibles de la actualidad, pero también abren un espacio interesante a que un nuevo público (sobretodo muy joven) comience a conocer los conciertos, el poder de la música (sin importar su estilo) y el vivirla en conjunto en vivo.

Por Felipe Pino Guerrero
Fotografías de Antonia Bisso

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1 Comentarios

  1. la bandera en Demons decía "Your life is always worth living", no "Your Life Is Worth To Live It"

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