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#Entrevista Tegualda: "La revolución tiene nombre de mujer""


Tres músicos con recorrido probado y un nombre que, pese al poco tiempo que lleva en actividad, ya nos da una clara señal de novedad en los albores de la temporada 2020. Tegualda, el nuevo power trío que remueve de a poco los escenarios locales, se apresta a debutar en el estudio, con cuatro temas en las redes digitales como adelanto. De esto y mucho más -incluyendo el despertar social que vive Chile desde octubre del año recién pasado- hablamos con el guitarrista y cantante Marcelo "Lacmore" Collao, quién de paso nos da unas pistas sutiles respecto a este nuevo proyecto musical que resalta la identidad local y, al mismo tiempo, apunta hacia el doble discurso de una sociedad y gobierno indolentes y la injusticia bajo la cual es sometido el ciudadano común.

¿Cuáles son los orígenes de Tegualda? ¿Cómo se genera esta unión de fuerza y experiencia y bajo qué objetivo?

"Como en todo, el azar jugó un papel importante. David Levy, bajista de Sónica, quería reanudar su carrera musical que había sido pausada después de su anterior proyecto. En abril de 2019 se contactó con Jaime Medel (guitarrista de Claudio Narea) , quien a su vez había sido mi alumno en la PUCV, él fue quien nos contactó. Por mi parte yo estaba regresando después de diecisiete años viviendo en Rapa Nui, en donde desarrollé una carrera musical con los más importantes grupos y solistas locales (Topatangi, Matato’a, Maori Tupuna entre otros) y quería comenzar una carrera musical en Santiago.  En las conversaciones  de los ensayos, surgieron temas comunes: la idea de la música como un arte pero también como un trabajo fue crucial, creo yo.  Luego se integró Javier en la batería, que por su parte había participado en varios proyectos musicales originales y tributos, tales como: Aries, Copilots, Prócer entre otros  y conocía a David cuando tocaron juntos en Gamba Sesenta. Desde el primer ensayo sentimos “ese no sé que”.

El objetivo era claro: hacer música original rindiendo tributo a las grandes bandas y músicos chilenos (Los Jaivas, Violeta, Víctor Jara, Sol y Medianoche, Los Mac's, Los Blops, Congreso, Los Prisioneros entre otros) rescatar ciertos ritmos latinoamericanos y hacerlos conjugar con un sonido rock. El formato es power trio, letras contingentes, apostando a la simpleza en un mensaje directo y sin aspavientos."

El nombre de la banda se basa en la calle del mismo nombre, donde compusieron sus primeras canciones y los ensayos que vieron nacer el proyecto. ¿Cómo toman ustedes el hecho de que su propuesta se arraigue en donde escribe la historia?

"La música es el mapa subjetivo de un terrirorio en las conciencias que lo habitan. Nos juntábamos a ensayar en calle Tegualda de Ñuñoa, en pleno Barrio Italia, lleno de esta nueva moda de lo gourmet/rústico, mezclada con lugares como el Bar de René y cafeterías de especialidad, todo esto en un barrio a escala humana, cosa extraña en el Santiago actual.  Los ensayos comenzaron en casa de Ariel Wolfenson, nuestro primer baterista, y ese fue nuestro primer invernadero de ideas musicales, en las pausas de ensayo surgían conversaciones sobre religión fútbol y política, anécdotas, chistes y comentarios de la actualidad del Chile adormecido, pero que luego despertaría.

Esas conversaciones, chistes y comentarios en calle Tegualda fueron el humus donde  germinaron nuestras primeras canciones.  Por otro lado era un lindo nombre de mujer, para una banda formada por hombres, un guiño. Además un nombre mapuche que simboliza convicción e integridad. La revolución tiene nombre de mujer."

Antes de juntarse a tocar, cada integrante ya acumulaba un recorrido de 1er nivel en la música, ya sea tocando en diversos proyectos de índole artístico y musical, tomando clases o participando en fondos destinados al área. De qué manera creen ustedes que se pudo dar este encuentro de experiencias al momento de escribir este nuevo libro llamado Tegualda?

"No sé si de primer nivel, pero cada uno tenemos una trayectoria musical que nos da cierto grado de seguridad a la hora de subirnos a un escenario a tocar. Creo que el enemigo numero uno del trabajo en equipo (banda) es la falta de humildad. Cuando nos juntamos fuimos claros en que no íbamos a inventar el hilo negro, y que ninguno de nosotros era un genio de la música, las estrellas están en el firmamento y nosotros vivimos en la tierra. Dicho eso, comenzamos con humildad nuestros ensayos aportando cada uno desde sus seguridades y pidiendo apoyo en las inseguridades; cosa que ha sido muy provechosa hasta el momento.  

Este nuevo libro llamado Tegualda, ha sido para cada uno de nosotros un desafío individual y grupal en pos de la expresividad a la hora de tocar en vivo, nos preocupa mucho sentir que la música que sale de nosotros es orgánica, que está tacada con pasión y con un mensaje claro."

El discurso que proyecta Tegualda a través de su propuesta, tiene mucho que ver con las dificultades y demandas de una sociedad que está cansada de guardar silencio ante la injusticia de la que es objeto.¿Qué experiencias han tenido que enfrentar ustedes como componentes y en qué momento decidieron plasmar aquello en la música?

"El artista, la mayoría de las veces sin proponérselo, es una especie de catalizador del espítitu de la época. Ir caminando y leer los mensajes escritos en las murallas, y luego contrastar el mensaje que dan los medios de comunicación masivos es muy provocativo, algo no cuadra, es evidente que nos están queriendo mostrar una realidad que no es. 

El creador debe entonces decidir entre hacer eco de lo que cree y piensa o autoconvencerse de lo que dice la TV. En mi caso no es una decisión, es casi un deber. Quiero dejar en claro que respeto las otras opciones, pero la mía es hablar de lo que pienso, creo y siento y afortunadamente los demás miembros de Tegualda lo han aceptado y comparten."

El single "Tututite" abarca la temática del amor en una sociedad voraz e indiferente, lo cual termina siendo el reflejo de una humanidad cuyo sentido de la empatía se ve menguado en favor de la competencia desmedida. Por otro lado, a nivel de sonido, la identidad latinoamericana arde como la sangre de nuestros antepasados. ¿Cómo les toca a ustedes el tener que ingeniárselas para lidiar con una sociedad cada vez menos humana?

"Es que no creo que la sociedad sea inhumana, creo que hay un dispositivo cultural (neoliberalismo) que se ha encargado de convencernos de ello, y ha sido muy exitoso. Los humanos, nos miramos a los ojos, nos conduele el sufrimiento ajeno, nos alegramos, lloramos, amamos y odiamos, y además nos expresamos.

 El vivir con fines meramente productivos es lo que nos deshumaniza. En esa sociedad convencida de su presunta deshumanización, es en donde transcurre la historia de Tututite, una relación de amor asimétrico en  una ciudad voraz. Es un canto desesperado de renuncia a ser un títere del otro. En el video, que está en Youtube, quisimos expresar esa mirada del Santiago de hoy. Salimos cámara en mano a grabar a Plaza de Armas registrando rostros, actitudes, escenas cotidianas, pequeñas soledades que dan forma a un paisaje único, sin edulcorante, mostrarnos ausentes a propósito (no mostrarnos),  como espectadores silentes de una realidad dinámica, filmar a ese humano que a pesar de la aplanadora productiva sale a la superficie casi como un acto de rebeldía."


 "Anticomunista" es, literalmente, un palo directo al doble discurso en nuestro país, donde la memoria es frágil cuando nos conviene. Un vicio cultural a nivel local. ¿Cuántos otros vicios culturales podemos distinguir en la música como fuera de ella?

"Es una canción que escribí por ahí por julio del año pasado, y en tono sarcástico, habla de aquellos que se declaran anticomunistas sin embargo viven del Estado. Es una critica al doble estándar, a la aspiración de coherencia, al integrismo ideológico que, paradógicamnete, sólo genera contradicciones. Pero también y en forma más directa es una crítica a quienes profitan del Estado pero que simultáneamente ridiculizan con un “quieren todo gratis” las aspiraciones de igualdad de un gran sector de la población, una ácida crítica a quienes persiguen a los ladrones pobres y protegen la los ladrones ricos, a quienes nos deberían defender de la delincuencia, sin embargo nos roban, mutilan y persiguen."



Tegualda liberó hace poco 4 canciones como adelanto lo que será su primer trabajo en estudio. ¿Cómo ha sido el proceso y qué expectativas tienen de lo que vendrá en un futuro cercano?

"Estamos muy contentos. Ya tenemos ocho canciones originales mas, que son parte de nuestro repertorio habitual y nos pasa a menudo que después de alguna tocata se nos acercan personas a felicitarnos por nuestras letras y mensaje. Eso es evidencia de que el mensaje está llegando y eso nos alegra. Por otro lado estallido social ha sido parte importante de la temática de estas nuevas canciones."

Inevitable y necesario abordar el tema que nos atañe a todos como chilenos. ¿Cómo han solventado ustedes el estallido social que nos ha marcado desde el pasado 18 de octubre?

"“Flojo el ojo gobernante, que no vio señales flagrantes de multitudes sedientas de igualdad”Es parte de una canción llamada "Flojo", que escribí después del estallido social, cuando se comentaba en redes sociales que FFEE estaban disparando a los ojos de los manifestantes y la TV no decía nada. De ahí surgió el juego de palabras "FLOJO, FL-OJO, OJO, OJO FLOJO". Ha sido doloroso ver ojos flojos en todos lados,  ha sido doloroso saber de ojos que no van a poder ver porque  hay ojos flojos que no quieren mirar.  Pero detrás de todo ese dolor está la esperanza de que esto cambie, está la esperanza en que las nuevas generaciones logren construir un país más justo y sustentable."


De haber un cambio en Chile, ¿de qué depende? Necesario considerar que esto va más allá de un asunto político, hay una cuestión de cultura que, de alguna forma, derivó en lo que está pasando hoy.  Y todo a partir de 1973.

"El gran éxito del proyecto cultural llamado neoliberalismo es convencer  al pobre de que no lo es y de que detrás de su discurso aparentemente vacío no hay nada más, por esto no tenemos la capacidad de desarmar sus dispositivos de construcción de sentido. Juntamente con ello, el convertir la educación en un adiestramiento para la vida laboral ha desmantelado las habilidades reflexivas de la población, y si éstas aparecen, se criminalizan. El cambio debe ser profundo pero destruirlo todo para construir sobre las ruinas me recuerda a Hitler. Creo que partir por una nueva constitución escrita por una asamblea constituyente paritaria y multicultural,  es un buen comienzo que garantice la equidad en las diversas dimensiones necesarias en una sociedad sana.

Creo que no es asunto de derechas o izquierdas, como nos quieren hacer ver de manera reduccionista. Pienso, sin embargo, que en este país se ha hecho un daño colosal al Estado y a todo su capital material y simbólico perjudicando a una nación entera, en beneficio de una minoría cuyo único mérito fue ser parte un determinado círculo social. Eso genera desigualdad y la desigualdad genera violencia. Esa élite sobrealimentada, gorda, fofa, ciega, adiposa y floja, no son liberales ni emprendedores, son solo niños grandulones mimados y (hoy) enojados porque la realidad no se condice con sus aspiraciones autorreferentes."


Claudio Miranda
Colaboración: Tay Martínez

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1 Comentarios

  1. Muy buena entrevista y los videos. Hay mucho mas tema por cantar sobre como el capitalismo ha endeudado a la gente y la tiene esclava del sistema. Hay muchos temas

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