En tiempos donde la rebeldía
parece haberse convertido en un producto más del mercado, el libro "La
política punk rock" de Joe Strummer, del escritor y ensayista cubano
Antonio José Ponte, llega como un grito lúcido desde el corazón del punk. Esta
obra es profundamente reflexiva, no es una biografía tradicional del mítico
líder de The Clash, sino una indagación acerca del carácter político de su
figura, su música y su pensamiento. A través de una escritura lírica por
momentos y siempre cargada de tensión crítica, rescata al vocalista como un
emblema de una forma de militancia que no se sometía a dogmas, ni se acomodaba
a etiquetas ideológicas.
A
lo largo del libro, el autor va tejiendo un retrato en el que Strummer aparece
como una suerte de “agitador cultural”, con espíritu nómade, mediante los
escenarios y las canciones cuestionaba el poder, la desigualdad, la represión,
pero también el cinismo y la complacencia de ciertos sectores de la izquierda.
El autor lee la trayectoria de The Clash, particularmente la de ex músico, como
una práctica de insubordinación constante, donde el punk no era solo ruido o
estética, sino una posición ética frente al mundo.
El
texto está lleno de referencias que expanden el universo del lector más allá
del punk, tales como George Orwell hasta Albert Camus, desde la historia del
socialismo cubano hasta la escena musical de los años 70 y 80 en Londres. Esta
mezcla no es gratuita, Ponte encuentra en Strummer a un sujeto incómodo,
alguien que incomodaba tanto al conservadurismo de Margaret Thatcher como al
discurso revolucionario cerrado que pretendía hablar por los pueblos sin
escucharlos. Lo político, en este sentido, no está solo en las letras o en los
discursos, sino en la forma de habitar el mundo.
La
obra ofrece una lectura crítica del presente, se pregunta qué queda hoy de
aquella rebeldía sincera, qué significa ser punk en una era de algoritmos,
redes sociales y revoluciones de hashtags. En este contexto, el artista aparece
como una figura aún vigente, quizás más necesaria que nunca. No por nostalgia,
sino por su capacidad para
Con apenas 100 páginas, “La política punk rock” es un ensayo potente, que se lee con la misma urgencia con la que se escuchan los discos de The Clash. Una invitación a pensar desde la música, desde la calle, desde los márgenes. Como decía Strummer, “el futuro no está escrito” y este libro ayuda a entender por qué.
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