El 24 de octubre, el Teatro Coliseo fue testigo de una noche cargada de emoción José Madero regresó a Chile en el marco de Sarajevo La Gira, quizás en el punto más maduro de su carrera como solista. Sobre el escenario no fue solo un repaso de canciones: fue un diálogo entre el artista que fue y el que es hoy.
Desde el inicio, el ambiente tenía algo especial. Había una mezcla de nostalgia y expectativa entre los asistentes, muchos de los cuales lo siguen desde los años de PXNDX, pero ahora encuentran en su obra solista un espejo distinto, más introspectivo y emocional, quizá la vida es más dura ahora. Madero subió al escenario con la calma de quien se siente en casa, acompañado de una banda precisa y una puesta en escena sobria con unas cuantas flores sobre escena como acostumbra.
A lo largo del concierto, presentó parte del repertorio de Sarajevo, su más reciente álbum, un trabajo que consolida su identidad artística y su capacidad de conectar desde la vulnerabilidad. Canciones cargadas de simbolismo, letras que hablan desde la introspección, redención y melancolía. Con un público que respondió con una entrega total, coreando cada palabra como si se tratara de una confesión compartida.
Pero uno de los momentos más significativos de la noche llegó cuando Madero decidió mirar atrás y rendir un guiño a su pasado. Las primeras notas de Narcisista por excelencia desataron la euforia en el Coliseo. De pronto, cientos de voces revivieron una etapa que, según muchos, “ya no era una fase”, sino parte esencial de su historia. En ese instante, el pasado emo y la madurez del presente se encontraron en un mismo escenario, sin contradicciones ni distancia. Fue un gesto honesto, casi terapéutico, que selló la conexión entre el músico y su público, aunque he de decir con una plaga de celulares, que quizá querían guardar el momento por si servía en otra ocasión.
El cierre, luego de un largo encore como verán en el setlist, con temas como Ojalá y Puerto partida (Soy un cobarde), dejó una sensación de plenitud. Más que una despedida, fue un agradecimiento tácito. José Madero no solo ofreció un concierto impecable: reafirmó que su carrera ha sido una constante búsqueda de sentido, una forma de entender la vida a través de la palabra y la melodía.
Setlist:
Hablemos del campo
Lamentable
¿A poco no?
Suspira sobre mí
Teoremas, etc.
Noche de brujas
Gardenias '87
Plural siendo singular
Sólo a terceros (canción de PXNDX, versión unplugged)
Soy el diluvio
La petite mort
Padre nuestro
Violencia
Cum laude
Sin ampersand
Documentales
Codependientes (con Zaira Jabnell)
Dafne (con Zaira Jabnell)
Cantar de gesta
Aplaudan en silencio
Nueva Inglaterra (versión con banda completa)
Vidrio por doquier
Encore:
Campeones del mundo
Érase una bestia
Sinmigo
Día de mayo (intro extendida con solo de percusión)
MCMLXXX
Narcisista por excelencia (canción de PXNDX)
Cerraron Chipinque
Ojalá
Puerto partida (Soy un cobarde)

