¿Por qué Bring Me The Horizon dejó el deathcore?



Al principio eran pura rabia y caos. Cuando Bring Me The Horizon apareció con Count Your Blessings en 2006, muchos los vieron como la banda más ruidosa e insolente del momento. Deathcore puro: breakdowns brutales, voces imposibles de Oli Sykes y un sonido pensado para destrozar el cuello en los mosh pits. Pero algo cambió con el tiempo.

La primera señal fue Suicide Season en 2008. Todavía pesado, sí, pero ya con melodías que hacían ruido entre tanto grito. Y cuando llegó There Is A Hell… en 2010, la sorpresa fue total: sintetizadores, voces limpias, atmósferas electrónicas. ¿Qué estaba pasando?

La verdad es que BMTH nunca quiso quedarse encerrado en el deathcore. El guitarrista Lee Malia lo dijo sin rodeos: “No queríamos hacer lo mismo una y otra vez. Nos aburría. Teníamos que crecer”. Y Oli Sykes también lo reconoció: “Éramos adolescentes cuando empezamos. Hoy somos adultos. No sentimos lo mismo, ni escuchamos lo mismo”.

Ese cambio explotó con Sempiternal en 2013. Canciones como “Can You Feel My Heart” se convirtieron en himnos para millones de personas que jamás hubieran escuchado deathcore. Y aunque muchos fans antiguos se sintieron traicionados, lo cierto es que BMTH pasó de llenar salas pequeñas a encabezar festivales en todo el mundo.

¿Se “vendieron”? ¿O simplemente evolucionaron? Depende de a quién le preguntes. Lo innegable es que Bring Me The Horizon rompió la barrera entre el metal extremo y el rock masivo, y abrió un camino que muchas bandas post-2010 aún siguen explorando.


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