La noche arrancó con Exile, banda local que asumió el desafío de telonear a un gigante del thrash. Cumplieron con oficio, desplegando riffs sólidos y energía constante, pero sin llegar a provocar ese quiebre que hace despegar al público hasta poco más de la mitad del show cuando aparecieron unos pocos mosh pit. Cumpliendo su prometido, pero sin mucho éxito.
Para cuando Testament salió al escenario, el Coliseo ya estaba prácticamente lleno, aunque el ingreso del público fue notoriamente tardío. Sin adornos visuales destacados, la banda subió y optó por dejar que la música y su presencia hablasen por sí mismas.
Y lo hicieron con un arranque directo al mentón: “Practice What You Preach” y “Sins of Omission” marcaron el inicio de un set demoledor. La gran sorpresa llegó temprano con “Perilous Nation”, interpretada por primera vez en toda la gira, lo que arrancó una ovación inmediata. El repertorio alternó clásicos de distintas etapas, como “The Haunting”, “Rise Up”, “D.N.R. (Do Not Resuscitate)” y “Low”, todos ejecutados con la precisión quirúrgica y el poder de fuego que han convertido a Testament en un referente indiscutido. Portadores de una discografía pulcra, casi perfecta.
Uno de los puntos más altos llegó con “Native Blood”, antes de dar paso a otra joya inédita en este tour: “Trail of Tears”, un guiño especial al público chileno que reafirmó que esta noche tenía un carácter único para la banda. Alex Skolnick y Eric Peterson protagonizaron un duelo de guitarras tan fluido como incendiario, mostrando por qué son considerados una de las mejores duplas de cuerdas en el thrash. Detrás, Steve Di Giorgio volvió a demostrar que es un bajista de élite, capaz de aportar complejidad y groove sin perder contundencia.
El bloque medio del setlist combinó la energía imparable de “Electric Crown” y “Souls of Black” con el respiro melódico de “Return to Serenity”, momento que sirvió para que Chuck Billy —inagotable en presencia escénica— pudiera interactuar con el público. Aunque en ciertos pasajes se notó un leve desgaste vocal, el carisma y la entrega del frontman mantuvieron a la audiencia encendida. Tras un breve solo de batería, la recta final fue un asalto sin tregua, regresando a la época dorada de la banda en la aclamada bay area: “First Strike Is Deadly”, “Over the Wall” e “Into the Pit” cerraron la noche a máxima velocidad.
Cabe destacar que este fue el show más largo de toda la gira, y que, según la propia banda, era el concierto que más los emocionaba. Esa motivación se sintió en la selección de temas, que equilibró himnos infaltables con rarezas para coleccionistas.
La presentación de Testament en Santiago fue un choque de fuerzas: con un setlist para el recuerdo y músicos en estado de gracia; por el otro, las limitaciones técnicas casuísticas que son parte del espectáculo. Aun así, para quienes han seguido a la banda por décadas, ver a Chuck Billy y compañía dejarlo todo, incluso en medio de limitaciones, reafirmó una certeza: el poder del thrash sigue intacto, y Testament continúa siendo uno de sus portadores más fieros.
Setlist Testament
Practice What You Preach
Sins of Omission
Perilous Nation
The Pale King
The Haunting
Rise Up
D.N.R. (Do Not Resuscitate)
Low
Native Blood
Trail of Tears
Electric Crown
Souls of Black
Return to Serenity
First Strike Is Deadly
Over the Wall
More Than Meets the Eye
Into the Pit
Reseña por René Canales