Después de lanzar Kill 'Em All (1983), Metallica tenía dos opciones: repetir la fórmula o salirse del molde. Spoiler: hicieron lo segundo. Y así nació Ride the Lightning (1984), una obra llena de guitarras potentes, letras existencialistas, inspiraciones de literatura y al menos una canción que ni ellos querían tocar en vivo. ¿Quieres más? Hoy, a 41 años de su lanzamiento te traemos ocho datos que quizás no conocías (o sí, pero igual los vas a leer porque están bien contados).
1. La intro acústica de “Fight Fire With Fire” fue obra de Cliff Burton.
Sí, ese inicio suave que te da la falsa esperanza de que estás por escuchar algo tranqui… fue escrito por el bajista Cliff Burton en una guitarra acústica afinada más grave. Después de esos 30 segundos, empieza el caos. Cliff tenía una mano para la guitarra y el metal clásico inigualable. Hammett dijo que cuando lo escucharon, supieron altiro que ese iba a ser el primer track del disco. Y boom, así se abre Ride the Lightning (1984).
2. El título “Ride the Lightning (1984)” lo sacaron de Stephen King
Mientras otros músicos leen revistas de guitarras o manuales del microondas, Kirk Hammett estaba leyendo The Stand de Stephen King. En el libro, un condenado a muerte dice que está esperando para “cabalgar el rayo” (ride the lightning), o sea, morir en la silla eléctrica. Hammett pensó: “tremendo nombre pa’ una canción”. James Hetfield dijo que sí y terminamos con un disco que tira rashos hasta en el título.
3. La campana de “For Whom the Bell Tolls” no es una campana. Es un yunque.
Sí, ese ¡CLANG! que abre uno de los himnos más épicos de la banda no salió de una iglesia ni de un set de película… es un yunque golpeado por Lars Ulrich con un martillo de metal. Grabado en una sala de concreto. Nivel de metal: 666/10.
4. “Fade to Black” nació del robo de su equipo… y de una buena dosis de depresión.
Antes de un show en Boston, les robaron todos los instrumentos. Hetfield, sin guitarra y sin dignidad, escribió esta balada mientras se recuperaba en casa de un amigo en New Jersey. ¿Resultado? La primera canción lenta de Metallica y un montón de fans diciendo que se vendieron, que ahora son posers y que lars es el peor baterista de la historia... También cientos de cartas de gente diciendo que los ayudó a salir de la oscuridad.
5. “Trapped Under Ice” es literal. No es metáfora. Es hielo, bro.
Nada de alegorías sobre drogas, depresión o existencialismo: es una canción sobre estar atrapado bajo el hielo, inspirada en una escena de la película Never Cry Wolf. Si querías profundidad, anda a escuchar Pink Floyd. Esto es thrash con dos hielos.
6. “Escape” fue su intento (fallido) de sonar en la radio.
Es como ese experimento culinario que haces con lo que queda en el refri… y nadie quiere probar. Fue escrita al final, sin amor, solo para ver si podían sonar en la radio. Fracaso total. Tanto así que no la tocaron en vivo por 28 años. Cuando finalmente lo hicieron, Hetfield la presentó diciendo: “Esta es la canción que nunca quisimos tocar en vivo, pero aquí está”. Honestidad brutal.
7. El famoso “DIE! BY MY HAND!” de “Creeping Death” nació en Exodus.
Sí, esa parte donde todos en el concierto gritan como poseídos fue escrita por Kirk cuando tenía 16 años y tocaba en Exodus. La canción original se llamaba “Die by His Hand”. Nunca llegó a un disco de Exodus, pero en manos de Metallica se convirtió en un himno de batalla.
8. Hetfield se arrepiente de no haber escrito “Cthulhu” como Lovecraft quería.
El tema instrumental final del disco se llama “Call of Ktulu”, que es básicamente una forma más fácil de escribir Cthulhu sin trabarse la lengua. Cliff Burton metió a los demás en el mundo de Lovecraft y ahí nació esta joya. Años después, Hetfield dijo que uno de sus arrepentimientos era no haberlo escrito con la “C” y la “H”, pero Lars lo resumió así: “Era una palabra de como 15 letras. Mejor que la gente pudiera pronunciarlo”. Gracias por pensar en nosotros, Lars.
Y así fue como Metallica, con solo dos discos, ya estaba pavimentando el camino al Olimpo del metal. Ride the Lightning (1984) fue el álbum que demostró que no eran una banda de una sola idea. Y sí, aún hay quienes discuten cuál es mejor disco de Metallica: ¿Ride o Puppets? Pero esa, amigos, es una discusión para otro día… o para los comentarios.
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