Desde las profundidades gélidas de Rovaniemi, en el extremo norte de Finlandia, emergió en 1989 una de las entidades más enigmáticas, extremas y vanguardistas del black metal: Beherit. Su nombre, que según algunas fuentes proviene del arameo/siríaco y significa “Satanás”, encapsula a la perfección la esencia primitiva, blasfema y experimental que caracteriza a su legado. Fundada por tres adolescentes bajo los alias de Nuclear Holocausto Vengeance (Marko Laiho), Demonic Fornication (Jari Vaarala) y Sodomatic Slaughter (Jari Pirinen), la banda se propuso desde un inicio crear el black metal “más salvaje, primitivo y obsesionado con el infierno que se pudiera imaginar”.
En sus primeros años, Beherit abrazó por completo una estética de caos y provocación. Sus primeras grabaciones —Seventh Blasphemy, Morbid Rehearsals y Demonomancy, todas de 1990— se difundieron rápidamente en el underground europeo, consolidando su reputación como una banda de culto. Sus conciertos, envueltos en polémica, incluían escenografía extrema con cabezas de cerdo y animales sacrificados, elementos que intensificaban el aura ritual y transgresora del grupo.
Durante este período, Beherit también coqueteó con otros nombres como Pseudo Christ y Horny Malformity, y dio origen a la formación paralela The Lord Diabolus, bajo la cual Nuclear Holocausto y Sodomatic lanzaron el demo Down There... (1991), que años más tarde sería incorporado al canon oficial de Beherit.
La consagración inicial de Beherit llegó en 1991 con el lanzamiento del compilado The Oath of Black Blood, editado por el sello Turbo Music. Pese a estar compuesto de grabaciones anteriores —Demonomancy y el EP Dawn of Satan’s Millennium— el álbum es hoy considerado su primer larga duración. Sin embargo, su origen fue polémico: según Laiho, la banda jamás autorizó su publicación. De hecho, habían recibido fondos para grabar un álbum de estudio, pero habrían gastado el dinero en alcohol. Turbo Music, en represalia, lanzó las viejas grabaciones sin el consentimiento del grupo.
The Oath of Black Blood es un manifiesto de crudeza: una explosión de black metal con fuertes influencias de death, thrash y grindcore, cuya grabación lo-fi y actitud beligerante marcarían a una generación.
El punto más alto —y quizá más influyente— de la carrera de Beherit llegó con Drawing Down the Moon (1993), su primer álbum oficial grabado en estudio y una obra maestra del black metal atmosférico. Tomando su nombre de un ritual wiccano, el disco fusiona estructuras simples con susurros, sintetizadores y efectos espaciales, creando una atmósfera hipnótica y ceremonial que rompía con los moldes del género.
Grabado entre abril y agosto de 1992, el álbum mostró una faceta más introspectiva, dejando de lado el salvajismo inmediato de sus primeras grabaciones para abrazar una oscuridad más envolvente. Este cambio también anticipaba la transformación sonora que vendría.
Tras el impacto de Drawing Down the Moon, la banda se disolvió como grupo activo, pero Nuclear Holocausto continuó la saga en solitario. Entre 1994 y 1995 lanzó dos discos radicalmente distintos: H418ov21.C y Electric Doom Synthesis, obras de ambient oscuro y electrónica ritual que, si bien alejadas del metal, conservaban el mismo espíritu opresivo y esotérico. Estas producciones anticiparon propuestas posteriores de black ambient y consolidaron a Beherit como una entidad pionera también fuera de los límites tradicionales del black metal.
Durante esta etapa, Laiho también exploró otros proyectos como Suuri Shamaani (electro-ambient) y DJ Gamma-G (hardcore techno), mientras que su compañero Sodomatic Slaughter fundaba el influyente grupo Black Crucifixion junto a otros músicos del norte de Finlandia.
Después de más de una década de silencio, Beherit resurgió en 2008. Nuclear Holocausto regresó a Finlandia desde Tailandia y se reunió con Sodomatic Slaughter. A ellos se sumaron dos nuevos miembros: Ancient Corpse Desekrator (Sami Tenetz, de Thy Serpent) en guitarra y Abyss (Pasi Kolehmainen, de Chaosweaver y Mystification) en bajo.
La nueva alineación grabó Engram, editado en 2009 por Spinefarm Records. Este álbum marcó el regreso definitivo al black metal, aunque con un sonido más refinado y maduro, sin perder la crudeza que los definía. Fue también la primera vez desde 1993 que Beherit funcionó como banda completa y no como un proyecto en solitario.
Lejos de conformarse con la nostalgia, Beherit volvió a explorar caminos alternativos con Bardo Exist (2020), un álbum que retomó la senda del black ambient con una propuesta introspectiva, más cercana a la meditación tibetana que a la agresión sonora de sus inicios. Un año antes, en 2011, habían editado el archivo inédito At the Devil's Studio 1990, y en 2023 lanzaron WBRRR, cuya naturaleza experimental confirmó una vez más la naturaleza camaleónica del grupo.
Con una discografía que abarca desde la brutalidad primitiva hasta la ambientación electrónica más sombría, Beherit se ha establecido como un pilar del black metal de segunda ola. Su influencia ha sido reconocida tanto por bandas finlandesas como Impaled Nazarene y Barathrum, como por músicos de la escena noruega. De hecho, su notoriedad generó incluso tensiones internacionales, conocidas como la “Dark War”, una disputa entre las escenas noruega y finlandesa marcada por malentendidos, sátiras y rivalidades adolescentes, pero que refleja el impacto que la banda tuvo desde sus primeras grabaciones.
Beherit no es simplemente una banda de black metal: es un ente cambiante que ha sabido invocar lo arcano desde diferentes lenguajes musicales, siempre fiel a su impulso original de romper barreras, incomodar y trascender. Desde las entrañas de Laponia hasta los confines de la música electrónica ritual, su sombra sigue proyectándose sobre todo aquel que ose explorar los límites del sonido y del alma.
Te recordamos que Beherit debutará el próximo 21 de mayo en Sala RBX, marcando un hito histórico para la escena extrema en nuestro país. Las entradas se encuentran disponibles a través de sistema Ticketplus.
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