#Livereview - Archgoat: Un ritual en las sombras de Ñuñoa


El pasado 12 de marzo, el Rock Bar Xperience (RBX) de Ñuñoa fue testigo de una noche de brutalidad infernal con la esperada presentación de Archgoat, una de las bandas más emblemáticas del war metal. En un local colmado de fanáticos devotos, el trío finlandés desplegó un show implacable, cargado de blasfemia y poder sonoro, enmarcado en un ambiente oscuro y opresivo que convirtió la velada en un auténtico ritual de caos y destrucción.

La jornada comenzó con la presentación de Demoniac, cuarteto proveniente de la Quinta Región que ha sabido labrarse un nombre en la escena extrema gracias a su death thrash afilado y vertiginoso. Desde los primeros acordes, la banda dejó claro por qué su ascenso ha sido sostenido: un sonido pulido, una ejecución precisa y una entrega total sobre el escenario. Su espectáculo, que se extendió por más de media hora, encendió los oídos de un público que crecía en número con cada tema, generando una energía contagiosa que se tradujo en vítores y los primeros mosh pits de la noche.


Con una puesta en escena sólida y profesional, Demoniac dejó su marca en la audiencia, aprovechando cada minuto para demostrar su potencial. Al cierre de su show, con un estruendoso agradecimiento a quienes llegaron temprano a apoyar el metal nacional, la banda se despidió entre ovaciones, dejando el ambiente preparado para el plato fuerte de la noche.

Puntualmente a las 21:00 horas, la atmósfera del recinto cambió drásticamente. La iluminación se redujo, sumergiendo a los presentes en una penumbra ominosa, preludio de la tormenta sonora que se avecinaba. En medio de una expectación absoluta, Archgoat emergió sobre el escenario con una presencia impactante: sus rostros cubiertos por el tradicional corpsepaint, destacando la cruz invertida en sus frentes; sus vestimentas, oscuras y manchadas con sangre y restos de carne, reforzaban la estética ritualista de la banda. Era la encarnación misma del war metal en su forma más cruda y primitiva.


El primer golpe de batería marcó el inicio de una hora de pura devastación sónica. Con una potencia aplastante, el trío descargó su arsenal de himnos sacrílegos, entre ellos "Black Messiah", "Heavens Ablaze", "Blackmoon" y "Soulflay", cada uno recibido con fervor por una audiencia en trance. La crudeza del sonido de Archgoat se apoderó del ambiente, sumiendo a los asistentes en un estado de catarsis colectiva.

El mosh pit, que tardó en encenderse, encontró su punto de ebullición alrededor de los 15 minutos de espectáculo, aunque su intensidad fluctuó a lo largo de la presentación. La estructura de los temas, que alternaban entre ráfagas frenéticas de blast beats y secciones más densas y ralentizadas, condicionó la respuesta del público, que osciló entre la furia y la inmersión contemplativa en el oscuro ritual sonoro.


A pesar del frenesí instrumental, la banda mantuvo una actitud hermética y distante, interactuando mínimamente con el público. Más allá de algunos golpes de puño con los asistentes en primera fila, Archgoat se concentró plenamente en su música, sin distracciones ni concesiones. Esta frialdad no hizo más que acentuar su mística, reforzando la sensación de estar presenciando un acto de pura devoción al war metal, sin adornos ni artificios innecesarios.

La presentación de Archgoat en RBX fue, en todo sentido, un evento de culto. Con una ejecución impecable y una puesta en escena visceral, la banda reafirmó su estatus como una de las agrupaciones más icónicas del war metal. Si bien el público mostró una respuesta variada, fluctuando entre la euforia y la contemplación, el peso de la música fue innegable: una muralla de sonido avasalladora que convirtió el recinto en una catedral profana del metal extremo.


Para los devotos del género, esta fue una noche inolvidable, una experiencia en la que la crudeza y la oscuridad se hicieron carne en cada nota. Archgoat no decepcionó, y con su característico hermetismo, entregó una lección magistral de brutalidad, reafirmando que el war metal sigue siendo un estandarte de culto entre los seguidores de lo extremo.

Setlist

1. Heavens Ablaze

2. Void

3. Jesus Christ Father of Lies

4. Triumphator

5. Goat & the Moon

6. Pigs

7. Darkness has Returned

8. Blackmoon

9. Abyss of the Graves

10. Nuns, cunts...

11. Hammer

12. Luciferian Theophany

13. Black Messiah

14. Death & Necro

15. Soulflay

16. Penis Perversor


Reseña por René Canales

Fotos por Francisco Aguilar

Publicar un comentario

0 Comentarios