El frío se tomó Santiago, un clima propicio para poder hacer un viaje a lo más profundo de cada persona, a un ritual que invitaba a todo el que quisiera conectarse con las gélidas tierras del norte o sur (dependiendo de tu espiritualidad) y que sorprendió en el medio de la noche capital con el show de Nytt Land.
Una jornada que comenzó temprano y que tenía a los nacionales de Wangelen como acto de apertura a las 19:00 hrs. Un show acústico y que comenzó el ritual de la jornada al ritmo de la percusión y la trutruca. Un viaje al corazón del sur chileno y que estuvo rodeado de historia con temas de Violeta Parra o sus éxitos "300 años de Guerra" y "Grito de los Andes".
Una presentación sumamente cercana y conectada con su público, que los
acompañó en todo momento con este desafiante show acústico y que mantuvo la
oscuridad tradicional de su metal, pero con un sonido más limpio. De verdad fue
una performance admirable, dado que no sólo buscaron conectar con el ritual de
sus colegas rusos (a quienes dedicaron unas palabras de bienvenida), sino que
también con su público dedicándoles un cover (inédito para ellos) con
"Helvegen" de Wardruna.
A las 20:00 hrs llegó la hora de comenzar el acto principal de este ritual. Ya con sus vestimentas ceremoniales Anatoly y Natalya salen a tomar posiciones y comienzan a envolver el Club RBX en una atmósfera única y pocas veces vista en la ciudad.
Antes de ir al show tenía varias dudas, pero la principal es ¿cómo se puede reseñar un show así?, principalmente porque no estaba claro al cien por ciento con qué nos íbamos a encontrar. No es cualquier concierto, acá las canciones fluyen una tras otras como un tejido único, como el fluir de un río y nada corta o interrumpe lo que ocurre.
"The Song Of Valkyries" y "Ritual" abren los fuegos de
esta jornada, con una introducción marcada por las percusiones y las el
Overtone Singing (Canto de la garganta) que logra resonar en todas las esquinas
del recinto de Irarrazabal. El silencio es absoluto y todos caen hipnotizados
ante una interpretación enigmática como cautivadora.
Poco a poco vamos reconociendo nuevos sonidos con la inclusión del Kantelé y el Talharpa con "U-Gra". La pareja, hace suyo el lugar con sus voces e interpretaciones, todo con el apoyo de un pequeño backing track, pero que permite apreciar cada detalle de lo que hacen en vivo gracias a la actitud del público (si hasta cuando se caía una baqueta todos lo notaban con el sonido).
Nytt Land va poco a poco repasando clásicos de toda su discografía, pero con un fuerte énfasis en Ritual (su más reciente trabajo) como pueden ser con el single "Svartravn" o cánticos más antiguos de sus registros como "Fenris Kinder" y "Aor Burs Synir".
Fueron doce canciones las que marcaron su setlist y que ya en el tramo final
nos permitieron escuchar a Natalya conversar con los fanáticos, "gracias,
estamos muy contentos de estar en Chile", en un claro español y que cerró
el show al ritmo de "Blood Of The North" y "Ak Hovu". Así,
tal como llegaron fue que dejaron sus instrumentos, se tomaron las manos y se
despidieron del público.
Sé que esta crónica del show es más breve que lo normal, pero eso también responde al tipo de show que vimos y me extenderé más en esta parte para poder abordar todo lo que deja Nytt Land y Wangelen tras su show.
Chile en los últimos años recibe una gran cantidad de conciertos y de todo tipo, probablemente tu artista favorito vino o vendrá en los próximos años lo que habla muy bien de las productoras y el público, pero lo de Nytt Land es diferente. Admiro y aplaudo la decisión de Spider Prod de sacar adelante un espectáculo de este nivel, que es totalmente diferente a lo que estamos habituados a ver y que se vuelve un lujo para la audiencia.
Si hay que señalar que este no era un show para cualquier público, por lo
que la primera suspensión del show (que originalmente era con Alestorm) terminó
siendo un elemento a favor de los asistentes y la banda. Nytt Land crea una
atmósfera ceremonial y mágica, literal el público permanecía en silencio y
contemplaba o cerraba los ojos para transportarse a los gélidos pasajes de las
tierras nórdicas. Un silencio tan majestuoso que si alguien se ponía a hablar
era detectado fácilmente y el resto lo hacía callar. Incluso, desde mi sorpresa
frente a este show, pensé en ver gente que podría manifestar su sentir por esta
música bailando, pero no fue el caso. Todos mirando hipnotizados de frente
mirando.
Ahora, que estén parados y que no haya mosh no es sinónimo de una presentación
“fome”, por el contrario. La ovación al término de cada tema era rotunda y
cuando el show concluyó todo el recinto grito por a lo menos cinco minutos por
más (situación que se repitió con Wangelen). El que se "fue en la volada" sabe que este fue un espectáculo único y particular.
Literal fue una ceremonia, que comenzó y terminó tal cual estuvo planeado, sin interrupciones. Quizás pudo ser abrupto o anticlimático, pero esto no era como un concierto habitual, fue algo diferente. A veces los transes o las gnosis son así, son momentos fugaces que te transportan del presente a otro lugar.
Para ser dos personas, Nytt Land logra llenar el escenario de una forma impresionante. Son hipnóticos con sus sonidos provenientes de oriente y lo suficientemente íntimos para llegar a la espiritualidad de cada persona presente. Da igual en que parte del globo te ubiques, todos y todas pueden viajar a sus raíces, sólo es necesario tener el ritual adecuado y dejarse llevar por los sonidos que te guiarán a dicho lugar.
Crónica por Felipe Pino Guerrero
Fotografías cortesía de la producción de Spider Prod (Francisco Aguilar)
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