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#LiveReview: Whiplash en Bar Oxido: El Thrash es y debe ser GoChimp

 


    Aviso: esta review es atípica, parece un manifiesto y un panfleto político de quien la escribe, por desgracia ese es el leitmotiv del Thrash Metal, quien no lo entienda nunca ha escuchado las letras y solo se queda en la mitad del mensaje. Si no les gusta, no me interesa. 

    La música como expresión artística nunca puede estar ajena a los sucesos culturales y sociopolíticos de un determinado contexto histórico. 

    Es ahí donde debe recordarse el surgimiento, en plenos 80’s, del Thrash Metal como contracultura a un mundo post Crisis de los Misiles y Guerra de Vietnam, en dónde se sabía y temía que un simple botón acabaría con el mundo, como bien plasmó Kubrick en “Dr. Strangelove”.

    Sí señores, no todo es cerveza, mosh, zapatillas de caña alta, pitillos y laca en el pelo desordenado, el Thrash tiene su esencia como música contestataria y fuertemente política, y eso es lo que debemos recordar siempre al asistir a cualquier evento como el vivido anoche en el Bar Óxido, y que la nueva ola de thrash olvidó y guardó, dejando fuera, por desgracia, el mensaje y quedándose con la forma, sin fondo, siendo que nos encontramos en la peor época de explotación, viviendo el Realismo Capitalista en una Sociedad de Rendimiento y Autoexplotación.

    En esta oportunidad me encontré con dos bandas que seguía desde mi época thrash colegial de los 2010’s, los nacionales Disaster y Whiplash, quienes representan el espíritu de la Costa Este. Adicionalmente, la sorpresa, para quien escribe, de los parceros Perpetual Warfare que sacaron todo su arsenal demostrando que en Colombia no todo es fiesta y bachata, también hay buen metal.



    Disaster siempre es agradable verlos, ese thrash salvaje y agresivo, cargado de odio, pero no un odio al aire como se puede creer o es que “Motosierra del Infierno” no leen el mensaje detrás de crítica a los abusos sexuales y violaciones cometidos por la Iglesia Católica. 

    No todo es odio por el odio, y si así fuera, también es bienvenido, a veces solo queda involucionar y moshear, una especie de Micro Devenir-Animal, sacar la ira que contenemos y que el sistema nos reprime, nos aplatas, nos obliga a rendir y del que parece no hay alternativa, por lo que , como relata su canción “Atormentado” necesitamos parar esta obsesión, de violencia y destrucción, porque estamos atormentados por la maldad.

    Perpetual Warfare también van por la misma línea temática, es decir, no todo es tomarse unas cervezas, chaquetas de mezclilla con parches de 99999 bandas, NO, también hay fondo en esta forma tan atractiva para las nuevas generaciones, hay un mensaje que se entrega, o sea, una banda que es no solo capaz de dispararte y romperte el cráneo con riffs y baterías como metraca, sino que te relata “Las Venas Abiertas de Latinoamérica”, que cuenta el saqueo de nuestro continente en la época de los Imperios Coloniales, en una canción es algo que merece ser destacado, más allá de los mosh y locura que desatan. 


    Ya en un Óxido atestado de cerveza, sudor, moretones y harto calor salió el plato de fondo, los norteamericanos Whiplash, quienes terminaron por hacer que el pigmeo recinto de Bellavista explotara. Repasando todo su material más clásico y amado como “Power and Pain”, “Insult to Injury” y “Ticket to Mayhem” lograron que esa hora que tocaron se hiciera realmente corta.

    La oligofrenia y la pasión se perciben, Tony Portaro lo sabe, la edad y la experiencia sobre el escenario no es menor, el resto se mantiene intacto, el mensaje, la crítica, el humor, y por supuesto la manera de convertir un bar en un completo infierno en que llueven chelas y personas es increíble, tal como reza su canción, un verdadero “Spiral of Violence”.

    “Last Man Alive”, “Walk The Plank” o la poderosa “Insult to Injury” solo sirvieron para que se demostrara lo que realmente se busca con el thrash, desenfreno, locura, sacar la rabia, el odio que llevamos dentro, volvernos y retornar a una animalidad reprimida, una involución, en palabras simple, volvernos monos y que todo se transforme en GoChimp, eso es el thrash, y eso debe canalizarse como forma de hacer política y de entregar un mensaje, puro y duro Devenir-Animal, tal vez eso les faltó a ver y sentir a los franceses Deleuze y Guattari al momento de escribir, se habrían dado cuenta que existen territorios sociales donde todo es pura y dura animalidad desatada o tal como finaliza su show puro “Power Thrashing Death”


    Terminada esta jornada de Thrash siempre quedo con una duda, ¿se entenderá el real contexto de esta manifestación artística? siempre se ven llegar los thrashers bien laqueados, con los pitillos 80’s, sus zapatillas con caña blanca trajinadas y con harto carrete, pero ¿es solo forma o hay fondo? siempre se leen comentarios de “quiero música dejen fuera la política” pero el Thrash es política en sí, lean las letras, el azote no es azote por azote, es odio, es desatar sentimientos reprimidos y manifestarse en un lugar y momento en que todos firmamos, tácitamente, un consentimiento de “todo vale con tal de poder sobrevivir un día más” en esta sociedad que solo nos pide explotarnos a nosotros mismos. 

    Puede que todo esto sea simplemente pensamientos sin línea clara argumental, aun molesto por las votaciones de hace unas semanas, y pareciera más una oda o crítica al movimiento post 80’s del Thrash, y que suene como un viejo “antes era mejor”, pero que no se les olvide que el movimiento en Chile nació en una dictadura sanguinaria, no es solo forma, verse rudo y bonito, tomar chela y moshear, hay que buscar la forma de politizar ese odio, QUE LA RABIA SEA EL MOTOR PARA EL CAMBIO, QUE GOCHIMP SEA LA POLÍTICA DEL CAMBIO, LLEGARÁ EL MOMENTO DE DEVENIR EN ANIMALES 

    Escrito por Gonzalo Ruiz
Fotos facilitadas amablemente por Nicolás Soto

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