Con una fanaticada leal y comprometida, Red Fang visita nuestro país por tercera vez y como buenos zombies cerveceros, en Resistance no podíamos dejar pasar la oportunidad de volver a ver a ésta banda que ha conquistado el corazón de los stoners más fiesteros. Ésta visita tuvo invitados de lujo, por lo que la jornada del miércoles 10 de Mayo marcaría la tercera mordida del colmillo rojo a fuego en nuestros tímpanos.
Bagual con años de carretera sobre el cuerpo se posan sobre el escenario con propiedad y abren con “Asamblea”, que seguida de “El Ojo de Dios” nos muestra la potencia suprema de los locales, quienes en el breve tiempo on stage fueron capaces de recorrer su discografía y traer sorpresas como “Panteones” o “Monolitos”, de un disco futuro, ambas contundentes y me dejaron con ganas de algo nuevo de Bagual. Otra sorpresa llegaría de la mano de “Slave New World”, cover de Sepultura que agitó las aguas de un Club Ambar que se iba llenando con celeridad y finalizar la densa presentación local con “Amanecer” dejando en alto el nombre del Stoner virulento y machacón hecho en casa, que tenía a varios presentes cantando, coreando y haciendo señas desde abajo.
Mientras algunos hacíamos fila para comprar algo burbujeante para el güergüero, podíamos ver cómo en el escenario Red Fang se iban posicionando y probando sonido de a poco, interactuando de vez en cuando con el público sintiéndose una calidez mutua arriba y abajo del escenario. O la prueba fue corta o la fila estaba larga (o tal vez ambas) por que apenas dí un sorbo a mi cerveza…
“Blood Like Cream” abre como de costumbre por éstas tierras el set del cuarteto de Portland haciendo que el Club Ambar, que ya tenía un lleno total desbordara energía. “Malverde” golpeó fuerte con su energía intensa, misma energía que hizo que John Sherman prácticamente desarmara su batería en “Crows in Swine”, impás breve que dejó a la banda momentáneamente sin el ritmo de fondo pero del cual salieron tanto con gracia como con profesionalismo. Una corta intro de bajo le da el paso a “Arrows”, de su más reciente álbum del mismo nombre donde los coros de “oooooh” unía las voces de todo el recinto con las de Aaron. “Into the Eye” hipnotiza con su ritmo cuasi marcial y al finalizar la banda por fin se comunica con sus fans en cancha para decir brevemente lo bueno de estar de vuelta por éstos lares. “Wires” no necesitaba presentación y apenas David Sullivan hizo un pequeño juego con su guitarra muchos ya sabíamos qué tema venía y fue coreado por un recinto donde no cabía un alma más. “Freeride” fue la sorpresa de la noche, un tema nuevo, muy rocanrolero en la onda de sus trabajos más primigenios, espero desde ya poder escucharlo en una versión oficial… qué riffazos señoras y señores!
“Humans Remain Human Remains” nos trajo a ese Red Fang letárgico de vuelta con un ritmo lento y pesado y una vibra muy doomera. “Sharks” siguió con su primer disco y dar paso y dar paso a “Dirt Wizard”, para volver a su primera placa con “Prehistoric Dogs”, otro de los emblemas de la banda que desató la locura entre los asistentes, mosh incluído. Aaron vuelve a tomar la palabra para decirnos que tenían dos canciones más para nosotros y decir “ésta está dedicada a mi pobre gatito” y comenzar con “Hank is Dead” donde la gente también cantó de principio a fin y cerrar de forma impecable con “Throw Up” con un ritmo más pausado y dejarse llevar en una sección final alucinante. Red Fang deja sus instrumentos y y se centran sobre el escenario y Bryan Giles nos dice "una pictura" para tomar una foto de recuerdo de ésta noche irrepetible, con su público detrás, anunciando así su retirada.
El pasado miércoles 10 tuvimos la oportunidad de ver nuevamente a una de las bandas que ha pasado a convertirse un ícono de un estilo que, a pesar de ser un tanto más de nicho, goza de una popularidad más que discreta, pero son los fanáticos quienes les han dado un sentido un tanto único a ésta escena, y fueron éstos los que anoche coronaron una velada intensa, en donde Bagual, con la fuerza de su música made in Chile, más que calentar ánimos, dieron una muestra indudable de la calidad del Stoner local, mientras que Red Fang se volvieron a llevar una impresión de lo mucho que éste público disfruta ésta música. En ésta ocasión, los de Oregon no hablaron mucho con la gente, pero no por eso no dejaron de interactuar con sus apasionados seguidores, siempre gesticulando, dando miradas cómplices, regalando uñetas, etc. Dicen que perro que ladra no muerde, pero éstos perros prehistóricos ladraron tan fuerte como nos mordieron profundamente con su Metal más rockanrolero, ritmos hipnóticos y riffs arenosos.
Escrito por Pablo Madrid
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