¿Qué tanto puedes cambiar a lo largo de los años?, es una pregunta interesante si vas mirando hacia atrás, revisando tu Fotolog y comparando las imágenes una a una con tu Instagram. Claramente, no eres la misma persona de forma física, pero el interior sigue quedando muchísimo de esos años, algo que junto a The Rasmus lo comprobamos anoche.
Fría noche para Santiago, que llenabas las calles de San Diego con colores amarillo y negro - no necesariamente por el posible título del Borussia Dortmund - por el arribo en masa de los fanáticos y fanáticas de The Rasmus, quienes tras cinco años lejos del país (y una ruptura entre medio) regresan para reencontrarse.
Una jornada que comenzó al filo del reloj, con Cromático tocando puntuales a las 20:00 hrs, pero que tenía a varios fanáticos afuera debido a un atraso del meet and greet. Si bien esto impactó en que los locales tocaran en un evidente proceso de llenado, su extenso setlist permitió que todos y todas disfrutaran un poquito de su propuesta rock.
Casi con un show completo, dado los 11 temas que presentaron, los nacionales se lucieron con una presentación sólida y que contó con buen sonido, lo que permitió sacar a lucir cada detalle de sus instrumentos. Abriendo con "Animal" fueron poco a poco tomando más confianza a medida que el recinto se llenaba y éxitos como "Envenenado", "Sin Miedo al Tiempo" o "Betty Blue" comenzaban a hacer bailar y participar a los presentes. Una prueba superada y que probablemente enganchó a más de uno en la audiencia.
Siendo las 21:15 llega la hora de que se apaguen las luces y nos preparemos para el viaje que The Rasmus tiene preparado a sus fanáticos. Un show que comienza con los integrantes uno a uno saliendo a escena y que llena el recinto de globos negros gracias a un fan action organizado por el fans club.
De lleno con Dead Letters uno a uno van cayendo los clásico "First Day Of My Life", " Guilty" e "In My Life". Un comienzo más que sólido y que inunda de gritos el Teatro Cariola, los asistentes se hacen sentir con sus voces, ropas y lightstick, todo para los "Idols" del rock alternativo de los 2000's.
Lauri está claramente emocionado con la entrega del público, tanto que en "No Fear" su vocalista dejó salir un chilenismo digno de desatar la locura en cancha. Sin embargo, las emociones se hacen sentir en todo momento y Eero habla sobre lo importante que ha sido este viaje para ellos, compartiendo de forma muy cercana a sus fanáticos y destacando los múltiples mensajes que recibieron durante el meet and greet.
Voy de inmediato a este punto. Chargola Prod con varios de sus conciertos logra acercar bastante a las bandas con sus seguidores, un gesto muy lindo y que permite hacer la experiencia más completa para los fans. No obstante, ayer esto fue una constante, no sólo por la organización del público, sino porque logró producir un vínculo muy notorio y no menor con The Rasmus. "Mucha gente me dijo 'he crecido con tu música por más de 20 años'. No puedo estar más emocionado", esas fueron las palabras del bajista que comprobó esto en primera persona incluso con singles más modernos como "Paradise" o "Fireflies".
El show es intenso no deja de sorprender, sacando cada cierto tiempo un clásico que es coreado con el alma en el recinto como pudo ser el caso de "Time To Burn", pero también con sorpresas más íntimas como fue el segmento acústico que preparó el conjunto dentro de su presentación.
"Still Standing" fue el punto de inicio de este bloque, pero que destacó de sobremanera por el dueto realizado por Lauri y Emppu, quienes tomaron las voces de "October & April" (originalmente cantada por Anette Olson) sacando a lucir todo el talento de su nueva guitarrista y vocalista. Un segmento lleno de magia y que cerro de forma más lúdica con "Sophia" y los gritos de mono de Eero.
Volvemos a conectar todo y vamos de nuevo con el rock, sonando diferentes estilos con "Rise" o "Immortal", incluso intensificando el viaje a la memoria con un cover al clásico de los 80's "Ghostbusters". The Rasmus trata de no guardar nada de su setlist e ir a lo grande con "Justify" para mantener el frenesí en el recinto de San Diego.
Vamos con la parte final, que comenzó con "Livin' In A World Without You" y preparó un cierre de lujo reviviendo clásicos de la banda de todas sus épocas con "F-F-F-Falling" e "In The Shadows" para hacer cantar a toda esta generación y la de años atrás (te explico esto al final).
Obviamente el espectáculo iba a continuar, si todo el mundo estaba encendido con la presentación de los finlandeses y Lauri entró en solitario para iniciar este encore con "Funeral Song". Una entrada solemne y que sólo se rompió con las guitarras de "Jezebel" y los fans actuando una vez más con globos amarillos para la despedida. Sin embargo, acá la batuta la lleva el conjunto en escena y ellos nos vuelven a sorprender concluyendo la noche con "Sail Away" iluminada por todo el recinto con sus teléfonos.
The Rasmus es una banda bien peculiar y lo digo con todo el respeto de su fanaticada. Son un conjunto que partió haciendo rock muy noventero y que en los 2000's dieron un salto al gótico y que los catapultó a la fama mundial, pero tampoco se quedaron ahí y han buscado darle más luz y brillo al rock que hacen. Durante todos sus años no han sido algo estático, son súper evolutivos, han crecido a lo largo de los años y probablemente tú también lo hiciste.
Por eso comencé hablando de Fotolog, todos tuvimos un pasado en alguna tribu urbana, todos luego maduramos (o algo así), nos enamoramos de otro género musical y luego volvemos al primero que escuchamos hace 20 años atrás. Así es muchas veces la vida, es un proceso de ir creciendo y tú decides que soundtrack le pones. The Rasmus conecta con su gente por varios motivos, pero el lleno de ayer se explica por eso, porque siguen creciendo al igual que nosotros.
Hay fan actions, hay looks góticos y hay lightstick cual show de K-Pop, pero nada se siente fuera de lugar. Incluso, los cambios de estilos musicales de canción están bien, porque tienen este mismo contexto. Da igual que escuches ahora, creciste con ellos y por eso estuviste ayer.
Fue un viaje a la memoria, a esos recuerdo de "In The Shadows" sonando incansablemente en MTV a las películas de antaño como los "Ghostbusters" o a los recuerdos de amigos y rupturas que podemos reflejar en diferentes canciones. The Rasmus venía a hacer una gira y nos regaló un viaje a la nostalgia que se logró de la mano de la banda y ese vínculo inquebrantable con su público.
Por Felipe Pino Guerrero
Fotografías de Diego "Tío R" Pino
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