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#LiveReview Obituary en Chile: "Una noche de agonía, tristeza y violencia"

Cuando me pidieron cubrir a Obituary se me mezclaron los sentimientos, ya que era la banda favorita de mi hermano, a tal punto de llevar tatuada la carátula del “Cause of Death” (1990)l, y ahora los vería sin él a 3 años de su suicidio. Finalmente llegaba ese día, este sábado 01 de Octubre, donde se concretaba la visita de los hermanos Tardy a Chile, luego de 5 años de ausencia y lo hizo acompañados de las bandas nacionales Homicide y Dorso, haciendo de esta jornada una noche poderosa y ruidosa, llenando el teatro Cariola de oscuridad, terror y violencia.

La jornada comenzó con una puntualidad extraordinaria (que ya quisiera mi jefe que yo tuviera) a las 18:00 horas, con Homicide abriendo los fuegos en esta fecha. Los Chilenos traían un show arrollador, y pese a que les costó entrar en calor con el público, probablemente porque no todos los conocían, bastaron dos canciones para tener a la gente en su bolsillo, logrando tener a la audiencia gritando para el tercer tema. 

La banda se lucía con sus solos impecables que repartían entre sus dos guitarristas, quienes hacían aullar sus instrumentos de manera brutal, todo esto acompañado por un bajo muy violento, un frontman increíble con una voz potente y un baterista muy técnico que desplegaba sus habilidades sobre el escenario. Con una presentación sólida de poco menos de una hora, donde repasaron canciones de su carrera poniendo énfasis en su último trabajo “Tyranvs” (2021), Homicide dejó a la audiencia sedienta por más metal.



A las 19:15 se sube al escenario la banda nacional
Dorso, con un desparpajo propio de un grupo que lleva una extensa y exitosa carrera, y no necesita demostrarle nada a nadie. Su frontman, apodado “Pera”, venía acompañado por una copa de vino y el relajo tal de quien conoce bien a su público. Los chilenos presentaron casi en su totalidad su álbum “El espanto surge de la tumba” (1993) reeditado hace muy poco y uno de los más exitosos de la banda, por lo que el público conectó con ellos desde la primera canción. Con un teatro Cariola casi lleno, Dorso tenía a la audiencia extasiada, gritando y cantando a más no poder, tanto que daba gusto ver que se reciba así a una banda nacional al punto de que casi parecía que fuesen los headliners de la noche. 


Sin lugar a dudas Dorso son unos obreros de metal en Chile y que han logrado sobrevivir 40 años en una escena muy de nicho, a pesar de que “Pera” decía sobre el escenario que “Aún nos sentimos como una banda emergente”, la carrera de los nacionales pesa por sí sola y el público responde a esta, como un premio a su trayectoria y calidad.


Los nacionales cerraron su setlist con Cíclope e Hidra de su primer álbum titulado “Bajo una luna cámbrica” (1989), canciones que motivaron a los asistentes de los palcos a quitarse las poleras y cantar a todo pulmón, cerrando así una jornada con un show de un poco más de una hora donde prometieron un nuevo álbum doble y un nuevo álbum de covers. Sin duda Dorso sigue siendo un clásico y un imperdible de la escena nacional.



Alrededor de las 21:00 horas comenzó a tocar Obituary abriendo su show con Redneck Stomp, una canción instrumental que sirvió para calentar a la audiencia, y solo con eso bastó para que comenzaran los vítores, gente por los aires y gritos al por mayor de un público que estaba esperando la llegada de la banda de Tampa, quienes siguieron con Sentence day y la aparición de John Tardy en el escenario, dió el puntapié inicial a la jornada de mosh. 



En la cuarta canción de su show, Visions in my head, la gente estaba tan emocionada que un fanático logró sortear todos los controles de seguridad para subirse al escenario y realizar el mítico stage diving, demostrando lo eufóricos que se encontraban todos. Esto le demostró a la banda que el público chileno no se quedaría atrás por lo que un emocionado John Tardy pedía una y otra vez los gritos del público, los que respondían con creces a sus llamados. Justo para el final de Don’t care, el frontman recibió una bandera chilena con el logo de Obituary estampado en ella, la que el vocalista recibió con emoción y la puso sobre el escenario para que los acompañara por el resto de la jornada.


La banda cerró la primera parte de su show con Turned inside out, dejando así a un público impaciente que quería seguir escuchando más de su repertorio de death metal, a lo que los 5 de Tampa respondieron volviendo al escenario con Deadly intentions, una canción que se siente como una patada en los dientes y que comenzaba a cerrar la jornada.



Finalmente cerraron la noche con Slowly we rot, un clásico de su primer álbum del mismo nombre y que probablemente sea un emblema de lo que significa Obituary por lo que era más que indicada para dar fin a su show. 


Un espectáculo alucinante, violento y rápido que quizás deja con gusto poco a su fanaticada con una extensión de aproximadamente una hora, pero que repasa por completo la carrera de Obituary desde su primer álbum hasta el último, dejando en claro el por que son considerados dentro de los fundadores del death metal. Un show más que necesario en tu vida y que en momentos en donde la mayoría busca tocar más y más notas por segundo haciendo gala de su técnica y virtuosismo, los 5 de Tampa nos demuestran cual es la esencia de la música y esta es el ritmo, con sus canciones llenas de silencios, cambios de métrica y cambios de tempo, nos enseñan que no son necesarios 100 acordes para hacer una buena canción, si no que un puñado de riffs muy bien ejecutados y con un ritmo atrapante que te envuelva.



Con esto no quiero decir que no sean buenos músicos, por el contrario, la ejecución de Obituary fue increíble, para un estilo de música que muchas veces en vivo se congestiona y se hace una bola de ruidos a ratos, los Floridanos demostraban cómo se debía realizar para ser violentos pero entendibles en todo momento, con un Kenny Andrews lanzando armónicos al por mayor en su guitarra, un Donald Tardy que brilla con su virtuosismo pero sabe no exagerar para ocupar su lugar, Terry Butler con un bajo que llena todos los espacios vacíos, Trevor Peres con una guitarra rítmica que suena al corazón de la banda, y John Tardy quien tiene un estilo vocal exquisito y bastante único que se hace reconocible en cualquier lugar.


Definitivamente fue un gran gran concierto, una clase de death metal con unos de los profesores más galardonados y que te deja con ganas de mucho más por lo que los podrías seguir viendo a la banda innumerables veces sin aburrirte, y encontrando cada vez más y más detalles del sonido en vivo de la agrupación, ya que es de esos grupos musicales que suenan muy distinto en el escenario que en sus discos. Definitivamente una maravilla y para mi en lo personal muy emocionante que mantuvo a mi hermano vivo en mis recuerdos durante esos minutos de concierto y entendí la razón de llevar a Obituary en su piel.

*Q.E.P.D. Edmundo Sebastián Jorquera Ortega 26-05-1989 / 23-08-2019*


Setlist


  1. Redneck Stomp
  2. Sentence Day
  3. A Lesson in Vengeance
  4. Visions in my Head
  5. A Dying World
  6. Find the Arise
  7. Dying
  8. Don’t Care
  9. Threatening Skies
  10. By the Light
  11. Chopped in Half
  12. Turned Inside Out
  13. Deadly Intentions
  14. I´m in Pain
  15. Slowly We Rot
Escrito por: Ramiro Jorquera
Fotos por: Antonia Bisso


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