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#LiveReview: Max & Iggor Cavalera + Nuclear - Las Fuertes Raíces de 1996

 A pesar que muchos fans más fundamentalistas aún miran con recelo el "cambio de sonido" que generó en Sepultura el disco "Roots" (1996), hoy es imposible negar que es una pieza fundamental, tanto en su discografía, como en el mundo de la música extrema, éste hecho nos quedó más que confirmado la noche del domingo 31 de Julio de 2022, ya que un Teatro Caupolicán repleto estaba ansioso de ver a Max & Iggor Cavalera, dos de los miembros fundadores de ésta banda, tocar el Roots en su totalidad y ¿por qué no? alguna que otra sorpresa, y sorpresas hubieron, por toneladas.

 

A cargo de abrir la jornada teníamos Nuclear, quienes tienen años en la carretera y un abanico de canciones brutales y memorables bajo la manga, y es que el set de los locales no tuvo desperdicio alguno y nos abrasó con su Thrash Metal ardiente, Canciones como "No Light After All", "Abusados" y "Heaven Denied" ya lograron armar un mosh considerable ante un abultado Caupolicán, con varios de los presentes cantando las canciones también. Matías tiene una voz increíble, que proyecta la energía de lo que canta con fuerza e incluso agradece a la audiencia por llegar temprano y también a la producción por invitarlos, ya que Sepultura y Kreator fueron la inspiración para formar a la banda, influencias tangibles, pero que nunca le quitan la identidad propia a una banda como Nuclear. "Confront" y "Killing Spree" seguían una senda frenética para ser pausada por un fragmento de "Belligerence" para que Matías nos vuelva a dirigir la palabra diciéndonos "por que no tenemos nada, todos somos apátridas" dando el pie a su última canción "Apátrida", que perfectamente resume su presentación, un tema brutal, demoledor, con solos caóticos pero precisos y un profundo mensaje de fondo.


 Mientras en la pausa de rigor, donde los roadies acomodan los instrumentos y hacen las pruebas de sonido de rigor, el Caupolicán seguía llenándose, con gente entrando de forma constante hasta estar repleto, cosa que cuando la banda aparece en escena y Max grita un viva Chile, fueron miles los que respondieron a su arenga antes de comenzar con "Roots Bloody Roots" que hizo saltar a toda la cancha y localidades aledañas, con su ritmo groovero y pesado. "Attitude" abre con una intro de berimbaus que es seguida por un tema mid-tempo que no deja de ser machacón, donde el público coreaba con fuerza las secciones de can you take it y I wont take it respectivamente. "Cut Throat" anima aún más a un público febril que no dejaba de saltar y cantar el coro a todo pulmón. "Ratamahatta" es una de las raras ocasiones donde podemos oír a Max cantando a voz limpia mientras que el público repetía las frases que el frontman recitaba, quien incluso se animaba a hacer una dinámica que hoy por hoy todos asociamos a Queen (más bien a Freddie Mercury), el famoso "EEEEOOO" que fue coreado por un público muy participativo, mostrándonos tambien el tremendo carisma del mayor de los Cavalera sobre el escenario. Mientras Max cambia su guitarra por la icónica ESP con la bandera de Brasil nos dice lo maravillado de estar en nuestro país y que todo ésto es "mucho lindo" y dar paso a "Breed Apart" y "Straighthate" que ya deja de lado los saltos por parte del público para dar paso a un mosh contundente.

Para "Spit", max nos pide hacer un circle pit que el público estubo más que dispuesto a hacer, "Dusted" por su parte, muy probablemente gracias a Dino Cazares que estuvo a cargo de la primera guitarra sonó con una presición curiosa, curiosa pero más que efectiva. "Lookaway" es un tema más pausado que dio paso a una de las primeras sorpresas de la noche, y es que Max pide apagar las luces del escenario, pero que los asistentes prendan las de sus celulares, generando una bella postal de una comunidad que fue a pasar un buen momento, y es entonces que nos sorprenden con una estrofa de "War Pigs" de Black Sabbath y un fragmento de "Territory" lo que generó que el respetable enloquciera y se dejase la garganta coreando ambos extractos. "Itsári" abre con unos coros tribales que sonaban por pista, pero sobre el cual Iggor Cavalera nos muestra su increíble talento tras la batería con una percusión hipnotizante por lo que Max nos convida a corear el nombre de Iggor y lanzarle vítores, que prácticamente fueron una alabanza, "Ambush" sigue esa senda percusiva, pero ya con las toda la banda de vuelta al stage para un tema que si bien no es rápido, es lo suficientemente potente para poner a cabecear a un caupolicán casi sin espacio libre. "Born Stubborn" acelera un poco el ritmo para que max tome la palabra diciéndonos que "éstas raíces siempre permanecerán, Chile, al igual que Brasil fueron golpeados por la dictadura... dictadura y tortura, nunca más" y dar pie a "Dictatorshit" un tema rápido, corto y violento que cerró el set de "Roots"

El plato principal había sido contndente, pero no habían ganas de irse aún ni por parte del público, ni de la banda, aún faltaba el postre, un postre con muchas sorpresas, ya que tras una intro de música orquestal Max vuelve a tomar la palabra para decir "ésta es para Tom Araya" y tocar la intro de "Raining Blood" de Slayer que rápidamente da paso a "Troops of Doom", que generó una energía incontenible que casi echa abajo el caupolicán, si en ese preciso momento hubiera temblado, nadie en el recinto hubiese sido capaz de sentirlo. las sorpresas seguían con una curiosa interpretación de "La Migra" de Brujería, banda en la que Dino Cazares militó bajo el pseudónimo de Asesino y él mismo nos dice "Viva Chile cabrones" e interpreta brevemente "Replica", de Fear Factory. Max nos pide un wall of death que, a pesar del poco espacio que quedaba gracias al volumen de gente que había se logró durante "Refuse/Resist", que, por si fuera poco culmina con el frontman diciendo brevemente "ésta es para ustedes... I am the one?" y el público replica con el título de una canción hoy inmortal "Orgasmatron" de Motörhead que fue coreada por un público que no dejaba de saltar y finalizar un recital inolvidable nuevamente con "Roots Bloody Roots", que ésta vez fue tocada de forma distinta, más lenta en algunas secciones y mucho más rápida en otras, con Iggor incluso haciendo blast beats y finalizar en una suerte de jam por parte de la banda, que se despide de su audiencia chilena no sin antes instarnos a corear "vedadero Sepultura", aludiendo a quienes son los que deberían llevar el nombre.


Si bien es cierto, Return to Roots era una celebración del ya clásico de Sepultura, se notaba que la banda lo pasaba bien y el buen ambiente que hay en la formación actual de Max & Igor Cavalera, que fuera de los hermanos contaba con Mike Leon de Soulfly y Dino Cazares, de Fear Factory, quien también esta temporalmente en Soulfly tras la salida de Mark Rizzo, ésta sensación de camaradería se notó sobre todo terminada la sección del Roots y nos bombardearon con varios fragmentos, covers y temas infaltables en la discografía de Sepultura, donde habían miradas cómplices entre los músicos y una genuina intención de pasarla bien. Mención aparte a la producción y el quipo técnico ya que tanto Nuclear como Max & Iggor Cavalera gozaron de un sonido IMPECABLE (sí, con mayúsculas) y un juego de luces ALUCINANTE (si, también con mayúsculas), dejándonos en claro que las raíces que Sepultura nos dejó en 1996 hoy están más fuertes que nunca.



Texto: Pablo Madrid

Fotos: Diego Pino


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