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#LiveReview: Riverside en Chile: El Teatro del Pánico

Larga fue la espera para que los polacos Riverside volvieran, por segunda vez, a nuestro país. Y es que los 7 años no pasaron en vano (teniendo en cuenta que originalmente venían el 2020, pero la pandemia es un hecho conocido por todos) no solo por los tres cambios de recintos que experimentó el concierto, lo que claramente fue causado por los fanáticos, quienes, a través de la gran respuesta en la venta de entradas, obligaron a buscar dos veces recintos con mayor capacidad, de manera de poder cumplir con el compromiso y las expectativas de una, increíble, gran fanaticada, sino porque también cambio el tour por completo, pasando de una gira promocional de su último disco a la celebración de los 20 años de la banda.

Los encargados de comenzar el show de la noche otoñal santiaguina fueron los nacionales Aisles, quienes buscaron cautivar a los asistentes que, poco a poco, comenzaban a llegar al recinto de San Diego, y vaya que lo lograron.



La banda se subió, con mucha personalidad al escenario a mostrar, aunque más bien diría a reafirmar, de lo que realmente son capaces y es que, los años que llevan dentro del circuito progresivo se notan, sobre todo en la energía que transmite su vocalista Israel Gil frente a la banda y de Felipe Candia en batería.

En aproximadamente de 45 minutos, Aisles nos dio un pincelazo del talento y la técnica que poseen, de la que nunca debe quedar duda. Su repertorio se hizo corto, pero fue preciso para dar una breve probada de lo que te puede encontrar en su discografía: ya sea con un clásico como "The Wharf That Holds His Vessel" de la mano de sus fundadores German Vergara y Rodrigo Sepúlveda, los cerebros tras la banda, pero también tuvo la gran "The Poet", que, dentro de toda su compleja arquitectura , nos da una muestra de lo potente y bien trabajado que se encuentra el bajo de Daniel Concha, que tuvo su momento para brillar. 




Aunque no solo de clásicos se trató, también aprovecharon de presentar sus más recientes singles como es "Thanks to Kafka" y, su cierre, "Megalomania" una verdadera oda al placer, destacando el trabajo en teclado de Juan Pablo Gaete.

Creo que la fanaticada que llegó temprano se llevó una más que excelente impresión de los chilenos y una nueva banda para seguir descubriendo para muchos, destacando, una vez más, lo positivo que es darse el tiempo de llegar temprano y escuchar a los teloneros nacionales. No me cabe duda,  una banda que merece seguir cimentando en popularidad, porque capacidad y creatividad musical tienen de sobra.

Siendo las 9:15, Riverside hace su aparición, luego de un breve saludo y una vez tomado lugar, comenzaron los primeros acordes de “The Same River”, lo que puso punto final a la historia de las eternas re-programaciones pandémicas y comenzando otro capítulo: la celebración de los 20 años. Que mejor manera de comenzar que con aquella que abre su primer disco "Out Of Myself" lanzado por allá en 2003.


Luego de este increíble y melancólico comienzo, los polacos sacaron dos de sus temas "movidos" (dentro de lo que es la música de Riverside claro esta),  "#Addicted" y "Rainbow Box", las cuales comienzan poco a poco a prender al público que, aún respetuoso, miraba y aplaudía cada movimiento y sonido. Presentados sus primeras canciones de a noche, y luego de recordar su visita de hace 7 años atrás, su líder y bajista Mariusz Duda nos presenta a todos los miembros de la banda: Maciej Meller en Guitarra, Michał Łapaj en teclados y Piotr Kozieradzki en batería.

Como no podía ser de otra forma en una celebración, no podía olvidarse a uno de los miembros más importantes, Piotr Grudziński, quien fuera el guitarrista de la banda desde 2001 hasta su fallecimiento en 2016, en su honor y en su directo homenaje, la banda interpretó "Towards the Blue Horizon" ante un público que ya comenzaba a vitorear cada vez con más intensidad. Pegada inmediatamente "Story of My Dreams", la canción creada para este aniversario.


Entre más entraba en confianza, Mariusz comienza a entregarse al público y se confesó respecto a que no le gusta que sean catalogados como Metal Progresivo, pues siempre buscan tocar diversos estilos y no ser encasillados, algo bastante común en las bandas más moderna. Seguido de esto, y posterior a bromear con que la banda no poseía ningún "hit" para una gira tan importante, sacan del bolsillo una interpretación excelsa de "Escalator Shrine" en la cuál, y dada las licencias musicales y técnicas que poseen sus miembros, se dan el tiempo de hacer un arreglo increíble para que todos tengan su pequeño momento de brillar.

El público ya no daba más, estaban rendidos ante el cuarte polaco quienes, para seguir avivando la hermosa conexión que estaban teniendo con sus fanáticos, Duda saca su guitarra acústica para interpretar "Time Traveler", para luego seguir de golpe, y sin dar respiro con "Left Out" y "Egoist Hedonist" cuyos coros fueron cantados por todo el Teatro Caupolicán. Finalizando el set la majestuosa y eminente "Second Life Sindrome" que terminó por extasiar a todo el mundo, que aplaudieron de pie, luego de los casi 15 minutos de duración de dicha pieza musical.

Finalmente, y luego de abandonar el escenario, Riverside vuelve para terminar con  broche de oro esta jornada con la conmovedora "We Got Used To Us", que fue dedicada a todos los asistentes por Duda y, como cierre majestuoso. "O2 Panic Room", dando por concluido una noche fría y emotiva, pero por sobre todo revitalizadora, pues, como bien señale en otras momento, y que vuelvo a repetir, es a través de potente, y doloroso, mensaje que entrega Riverside que podemos liberarnos y volver a sentirnos vivos ante una sociedad que solo busca que evitemos el dolor, y los cuestionamientos consecuentes, a toda costa.


FOTOGRAFÍAS: MARIO MIRANDA
RESEÑA: GONZALO RUIZ

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