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#DeCulto - Thrash Metal: Los nombres de la venganza


 Entre la velocidad cañera del Hardcore-Punk y el fuego implacable de la oleada Heavy Metal que sacudía Gran Bretaña y gran parte de Europa, el Thrash Metal como lo conocemos surgió desde los barrios bajos de California para consagrarse como LA revolución metalera por excelencia durante la década del '80. Con la publicación de "Kill Em' All" de Metallica y "Show No Mercy" de Slayer -ambos editados en 1983-, el Hard Rock de la década del '70 se volvió inevitablemente añejo y un centenar de agrupaciones que buscaba algo radicalmente distinto, vio en los dos álbumes mencionados la clave para sacarle provecho a esos sonidos con que el Metal daba el paso al siguiente nivel en todas sus líneas.

Está claro que para el mainstream, hablar de Thrash Metal es referirnos a los llamados "Big 4": Metallica, Slayer, Megadeth y Anthrax. Al otro lado del Atlántico, la supremacía de Alemania alcanzó su 'peak' de la mano de Kreator, Sodom, Destruction y Tankard. Todos nombres de vital importancia para el más acérrimo de los thrashers, aunque no de puede desconocer la infinita cantidad de agrupaciones que, pese a su aporte como pioneros durante más de 30 años, nunca pudo obtener el mismo estatus que sus colegas más aventajados. Y entre esos nombres, debemos destacar un puñado que aterrizará este sábado, con uno de ellos debutando en nuestro país luego de más de tres décadas de espera.

    Por supuesto, debemos empezar con una agrupación que ya es de la casa, así como un referente obligatorio cuando hablamos de Thrash Metal de madera pura. Y es que Exodus, desde sus inicios en 1980, ha encarnado los valores de un estilo que se negó a transar su identidad. Quizás para una mayoría le suena por tratarse de la banda de Kirk Hammett -de la cual fue fundador y compositor principal desde el inicio-, previo a su llegada a Metallica, pero una placa del calibre de "Bonded By Blood" (1985) trapea el piso con todas las coincidencias existentes y por haber. 

   Con el guitarrista Gary Holt al mando, Exodus se anotó como referente gracias al poder devastador de sus placas editadas durante la década del '80 y la ferocidad de sus presentaciones en vivo, erradicando toda señal de tregua cuando se trata de encarnar los valores del Thrash Metal hasta la médula. Por otro lado, tanto el carisma del entrañable Paul Balloff como la personalidad de Steve "Zetro" Souza conforman las postales de una era dorada que resurgió durante la década del 2000, con Rob Dukes tomando la bandera de un género que triplicó su unión sanguínea con las generaciones actuales. Su regreso confirmado a nuestro país con Gary Holt 'descansando' un poco de sus labores en Slayer para retomar la jefatura, debe ser, por lejos, un contundente motivo para no perdernos esta nueva masacre por parte de los de San Francisco.


   En la misma división se mueve Hirax, una agrupación de culto para todo amante del Thrash Metal de la vieja escuela y un favorito para los amantes más duros del género desde ese enajenado debut en estudio llamado "Raging Violence" (1985) -vaya título para un disco que proyecta la metralla desquiciada del género en toda su forma. La legendaria agrupación regresa a Chile después de su debut hace ¡10 años! en el Teatro Novedades, y si hablamos de la Vieja Escuela, entonces la obligación de asistir a la Blondie este sábado es irrebatible.

  Liderados por el querido Katon De Pena, un tipo que sabe de sobra lo que es jugarse el pellejo por sus creencias desde mediados de los '80, Hirax resurgió en los 2000 tras un hiato que se extendió durante toda la década del '90, con nuevos bríos y una agrupación renovada, remarcando su dominio recuperado en notables placas como "The New Age Of Terror" (2004), "El Rostro de la Muerte" (2009) y la más reciente "Immortal Legacy" (2014), todas muestras supremas de un estilo que no cesa en lo absoluto su espiral de violencia sonora ilimitada y defiende hasta la muerte los principios del Metal como tiene que ser en estos tiempos. No la tuvieron fácil: mientras Metallica, Slayer y Testament llegaban a la cima del éxito, los de Cypress se vieron relegados a un segundo plano que derivó el tensiones internas y la desilusión del fracaso, siendo Katon el primero en dar un paso al costado -como dato: su lugar lo ocupó Paul Balloff por un tiempo- antes del quiebre definitivo. De alguna forma, Hirax vio el rostro de la propia muerte y, unos años después, la frenética violencia de su firma volvió con todo. Igual de rabioso y sucio que esos días "dorados" para el Thrash y el Metal en general.


   Completando el podio, una de esas bandas a a las que el concepto 'culto' les cae como anillo al dedo. Porque para hablar con propiedad de At War, hay que sumergirnos en las cloacas de Virginia Beach, donde tres adolescentes fans de Motörhead, inspirados por la paliza sónica de Slayer y otras agrupaciones del mismo estilo, deciden formar una banda que predique los valores de este sonido con que el Heavy Metal se convertía en cosa seria respecto al panorama de la época. De aquella alineación, el bajista/cantante Paul Arnold y el guitarrista Shawn Helsel permanecen como ideólogos y ejecutores de la metralla mortífera con que el Power-trío, pese a lidiar con las dificultades propias del género a nivel comercial, se mantiene en la brecha.

   Pese a lo escasa de su discografía, "Ordered To Kill" (1986) y "Retaliatory Strike" (1988) configuran una dupla letal en toda colección de Metal que se precie como tal. Ambos LPs proyectan una vibra dinámica y sin fisuras, con el conjunto enfocado en su único objetivo: exterminar al enemigo de manera eficaz, al mismo tiempo que su sonido primitivo canaliza ese sentimiento de guerra interminable desplegando lo mejor de su artillería. Es cierto que At War nunca pudo ascender a las ligas mayores como los elegidos por la historia, pero tampoco podemos obviar el éxito obtenido como referentes de esta sanguinaria revolución que azotó al mundo entero por méritos propios. "Infidel" (2009), su tercer y último trabajo en estudio hasta la fecha, cumple una década este año y mientras no haya novedades respecto a su sucesor, es mejor aprovechar sus directos como leyendas sobrevivientes, cual veteranos de combate dispuestos a morir con las botas puestas y enfrentando las balas enemigas.


Podríamos dedicarle párrafos y artículos completos a toda una generación de agrupaciones que, lamentablemente, yacen enterradas bajo la arena del tiempo, y razones hay de sobra. Lo importante es centrarnos en esos tres nombres que han jurado venganza eterna y se han mantenido fieles a su integridad de música maldita en estos tiempos malditos. Este fin de semana veremos de qué están hechos, tomando en cuenta el largo trayecto recorrido a través del infierno terrenal por estos hermanos de sangre.

COORDENADAS DE VENTA

Las entradas se comenzarán a vender a través del sistema Eventrid desde este martes a las 00:00 horas. La venta sin recargo comenzará el miércoles desde las 21 horas en Pizzería Maloccio del Bar Óxido, y desde el jueves en tiendas The Knife, Rockmusic y Sick bangers.

$25.000 Preventa 1 - AGOTADO
$28.000 Preventa 2
$30.000 General
$40.000 Palco (Cupos limitados)

Venta on line: https://bit.ly/2QbjFwF



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