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#LiveReview - SOTO: Culto al oficio como forma de vida


  Para el fan casual, lo primero que se nos viene a la mente con el nombre de Jeff Scott Soto es su aporte vital como cantante en los primeros dos trabajos de Yngwie Malmsteen, el pináculo para una mayoría que pasó por alto su destacada carrera al frente de Talisman -estandarte del AOR en plena era grunge- y sus posteriores esfuerzos en solitario. Por ende, la convocatoria que generó su regreso a nuestro país al frente de SOTO -inolvidable su debut en 2016, abriendo para The Winery Dogs en un abarrotado teatro Cariola y su posterior retorno como parte del supercombo Sons Of Apollo el año pasado- consistió en un íntimo encuentro con una fanaticada que, por muy reducida que sea, se vuelve partícipe y testigo de una fiesta de Rock n Roll de fina selección, a la vez que el reciente estreno del single "Origami" -adelanto del álbum del mismo nombre, con fecha de lanzamiento el 24 del presente mes- fue motivo más que suficiente como para presenciar un espectáculo en toda su forma, con la música como protagonista y sin necesidad de aditivos externos.

   Pese al retraso de 1 hora respecto a lo anunciado en las redes, y con las bajas temperaturas tomándose la noche capitalina, el arranque con "Hypermania" bastó para que el quinteto liderado por el cantante de origen portorriqueño desplegara su categoría., seguida de "Freakshow", "21st Century" y "Drowning". Las dificultades con el sonido, prácticamente "pegado al techo", fueron constantes en todo el show, aunque nada de aquello empañó lo que terminaría siendo un espectáculo de grandes proporciones, con oficio y profesionalismo amalgamados de manera contundente y sabia. Luego del primer saludo, "Wrath", "Weight Of The World" y "Soul Divine" allanaron la ruta para el primer medley de la noche, compuesto por "Watch the Fire", "Learn To Live Again" y "One Love", como muestra de su paso por W.E.T.


  Pese a no haber más de 300 personas, se siente la euforia con que los fans más acérrimos participan en los coros, cual himnos de toda una vida. Por otro lado, el oficio artístico sale a relucir en ciertos pasajes, como lo hace saber el propio Jeff en su calidad de frontman y líder: al tecladista/guitarrista BJ le falló su micrófono y el caribeño le cede el suyo, incluso dándose el gusto de unir sus voces en los coros. Clase mundial en su máxima expresión, con la música por sobre el ego y los individualismos. Como tiene que ser, al igual que su carisma inigualable. 

  Como mencionábamos más arriba, la banda tuvo que lidiar con la saturación del sonido y los molestos acoples, suficiente como para de Jeff parara en seco el show y se dirigiera sin micrófono al público para expresarles su agradecimiento y la preocupación por ofrecer un espectáculo a la altura. Tras el necesario parón, la flamante "Origami" y el Hard Rock luminoso de "Eyes Of Love" continuaron la fiesta sin decaer el ambiente en lo absoluto, culminando con el juego vocal entre el alborozado Jeff y el público, durante el chapuzón heavy de "Livin' the Life". Cuánta clase y dominio por parte del portorriqueño cuyo fanatismo por Queen lo mantiene en forma desde sus inicios como músico hace más de tres décadas.


  Si bien el desempeño de Jorge Salán en las seis cuerdas se hizo notar con la maestría que lo caracteriza, un pasaje como "Risk" nos permite corroborar con mayor profundidad la experticia con que su sonido adquiere ribetes propios de una erupción volcánica. A las labores de Jeff Scott Soto como showman, se suman las del destacado guitarrista español echando fuego con la genialidad propia de los virtuosos, siempre en favor de la música y brillando por sí mismo. En la misma instancia, los aportes del baterista brasileño Edu Cominato, el entrañable BJ en teclados y guitarra, y el bajista norteamericano Tony Dickinson conforman una unidad que hace y deshace a su gusto, así como dictan cátedra de cómo tocar Hard Rock con buen gusto y pasión en iguales dosis. En medio de aquello, un jocoso JSS que, aprovechando el momento instrumental del show, se da el lujo de aparecer detrás del escenario con toalla en la cabeza y un par de latas de cerveza. A lo crack.   

   Culminando el set regular, un deleite para los seguidores de Talisman, primero a través de un medley que incluyó "Break The Chains", "Day By Day", "Give Me A Sign", "Dangerous", "Just Between Us" y "Mysterious". Demoledor, emotivo, incendiario, un regalo para todo amante del género sin apellidos ni épocas, elegancia y potencia en una mezcla mortífera. Y para el cierre, la emoción a flor de piel de "I'll Be Waiting", un clásico por derecho propio. Apoteósico en todo sentido, destilando energía juvenil sin señal de agotamiento alguno. 


 Llegando al encore, la batería de Edu Cominato ejecutando la clásica intro de "Run To The Hills" de Iron Maiden, seguida de "We're No Gonna Take It" de Twisted Sister, y "I Love It Loud" de Kiss, rematando con la participación de Jeff en un trozo de "We Will Rock You" de Queen. De inmediato, los golpes iniciales de "Stand Up And Shout", original de Steel Dragon -la banda de la película "Rock Star" (2001), para la cual el caribeño aportó con su voz a la actuación de Mark Whalberg- y las 300 personas se multiplicaron por 10.000, recreando de inmediato una de las escenas más recordadas del film: la del estadio lleno y el ascenso del aspirante a estrella que cumple su sueño y alcanza la gloria misma. Cerrando, una sublime versión 'a capella' de "Community Property" de Steel Panther -con toda la banda participando en las voces, al más puro estilo gospel-, poniendo el broche de oro a dos horas de Rock y pasión en su máxima definición. 


 Entre las diversas conclusiones que podemos sacar, debemos resaltar lo mencionado respecto al profesionalismo del quinteto y la sapiencia con que Jeff Scott Soto nos expone sus credenciales, incluso más allá de su cautivante personalidad. El trabajo duro ha sido fundamental en su carrera y 'dormirse en los laureles' es lo último que se le vendría a alguien que ha hecho de la música un estilo de vida intransable. Podemos pensar en una próxima vez y confiamos en que su nuevo trabajo, próximo a estrenarse dentro de un par de semanas, sea un batatazo. Por ahora, menester quedarnos con el recuerdo de una noche helada con sabor a tequila y Rock. 


Fotos: Antonia Bisso
Escrito por: Claudio Miranda

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