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#LiveReview: Dezaztre Natural + Lefutray + Nuclear "El Caos es mi Vida"


Odio, violencia, discurso combativo sin adornos ni pelos a la lengua, directo a la cara de toda autoridad. Sensación que nos queda luego de lo ocurrido la noche del 14 de Octubre en el tradicional Bar Óxido, el cual albergó a poco más de 150 personas en una jornada que reunió a tres referentes del Metal Extremo nacional, con la alta temperatura reinante en la capital derivando en un estallido de mosh, frenesí y slam por doquier. Tomando en cuenta el discurso expuesto dentro del género desde sus inicios hace más tres décadas, la contingencia juega un papel importante cuando se trata de hacer de este tipo de eventos un ritual  en el cual renovamos nuestros votos a favor de los principios que nos mueven a desafiar el sistema sociopolítico que impera en nuestro país. Ante las próximas elecciones presidenciales y la inminente visita del Papa, ninguna solución resulta tan efectiva como remecer los cimientos del status quo a través de ese maldito Metal que nos impulsa a barrer con todo lo que sea o parezca “políticamente correcto”. Y de que es posible, lo es cuando hay un sentido más allá de la música.


De lo anteriormente mencionado bien lo tiene claro Dezaztre Natural, agrupación que encarna, hasta la médula, la identidad callejera del Thrash con orientación hardcore gracias a su discurso sin censura, todo traducido en una propuesta musical que refleja la violencia social que nos envuelve  a nosotros los ciudadanos comunes. Desde el puñetazo inicial con “Rancia Demokracia”, el caos se desata sin que nada ni nadie pueda contenerlo, con algunos presentes en el recinto realizando ‘stage-dive’ mientras el quinteto despliega sobre el escenario toda  su artillería hasta no quedar nada en pie. “HAARP”, “Disekción”, el himno“77”, “Pornoplegaria” y “Engendro del nivel” –todas pertenecientes al flamante Autoexterminio (2016), en vivo potencian el discurso ‘sin pelos en la lengua’ con que disparan contra todo, desde la clase política hasta la propia Iglesia Católica. De alguna manera deben ser pocas las agrupaciones, a nivel local, que se paran sobre el escenario para barrer con todo lo establecido sin necesidad de recurrir a posturas prefabricadas. Eso es Dezaztre Natural con todas sus letras: el retrato de un país conformado por hermosos paisajes pero cuyo autoexterminio lo ha condenado a convertirse en un lugar inhóspito por culpa de quienes ostentan el poder para satisfacer su sed de poder y le dan prioridad a la codicia de los cerdos como Luksic, Angelini, Matte y muchos más por sobre las necesidades reales de la gente.

FOTO DE ARCHIVO

Poco después llegaría el turno de Lefutray, quienes no tardarían en exponer sus credenciales de la mano de la intro “Oath” y la descarga inicial con “The World Infected”, suficiente como para mantener la intensidad flameante de la jornada y dejar en claro que los males que nos aquejan a muchos de nosotros como chilenos tienen importancia global. “Minds Of Horror”, “263”, “Silent Inferno”, “Agreement of Suffering” y “Ascending To The Sky”, todas disparadas una tras otra, conforman un set que no da tregua a nada y nos brinda una clase magistral de actitud y calidad interpretativa, cualidades que no solo les ha valido el merecido rótulo de ‘referentes’, sino además refrendadas con un completo sentido de lo que es el trabajo y la autogestión, lo que los llevó, hace un tiempo, a realizar una exitosa gira europea. Quizás el único punto bajo podría ser el sonido, saturado en gran parte del show, pero sería injusto quedarnos en eso cuando los fans y la banda entablan el feedback necesario para prenderle fuego al recinto, metafóricamente hablando. Riffs aplastantes, actitud confrontacional ante los intocables para la “justicia” y una calidad interpretativa intransable. Eso es el Metal y eso es Lefutray. La violencia no lleva etiquetas, simplemente nos hiere a todos por igual. Y muchas veces esas heridas son de muerte.

NUCLEAR, FOTO DE ARCHIVO
Sería cerca de las 1AM cuando saldría al escenario Nuclear, una agrupación que, a estas alturas, es un referente absoluto en lo que respecta a elevar el Thrash como una herramienta de expresión y protesta ante el abuso de los poderosos y la corrupción siempre presente en la clase política. Tras la intro que nos recuerda que estamos en plena época de elecciones y campañas políticas, “Criminal Solicitation” y “Offender” caen de inmediato para recordarnos la violencia en la que vivimos envueltos a diario y a la que solo unos pocos estamos dispuestos a enfrentar, como lo pregona “Confront” después de la ráfaga de odio y devastación con que “Violence That Burns” provoca que el recinto se venga abajo. Y ya que mencionábamos lo de la campaña electoral con que nuestra clase política ve en el electorado un negocio a cuidar por todos los medios existentes y por haber, la dedicatoria a estos señores de cuello y corbata que se sientan en el Congreso Nacional sin hacer nada productivo hace mella a través de “F.P.S.C.”, por lejos el mejor ejemplo d elo que debe ser el Thrash Metal más allá de un género musical. Una forma de expresión y denuncia ante la mierda que nos envuelve a todo un país desde hace más de cuarenta años, como lo proclama “Killing Spree”, y eso es algo que se agradece con el alma para quienes sabemos que esto es una ideología no apta para defensores de lo moralmente establecido.


“Waging War”, “Heaven Denied”, “E-Faith”, “Dolo”, “Self Righteous Hypocrites” y “Tough Guy” continúan el set mientras el público responde formando una centrífuga humana ante la cual la propia banda, por medio de su guitarrista Seba Puente, pide un poco de calma antes de que el asunto se salga de control.  Una vez terminado el set regular con “Belligerance” y ese himno hecho para cantar con puño en alto llamado “Apátrida”, llegaría el encore con un par de sorpresas: una sublime y letal versión de “Evil Dead” –original de Death e infaltable homenaje al legendario Chuck Schuldiner y esa patada en las bolas llamada “Chaos Is My Life”-el clásico de los escoceses The Exploited y auténtica Declaración de Principios respecto a la orientación Hardcore-Punk de los ariqueños-, rematando de esta manera una jornada en la que se le rindió culto al caos en su forma más pura. Con todo este negocio que significa la política, nos ería raro ver a Piñera una vez más en el sillón presidencial. Por otro lado, la visita del Papa, financiada por quienes aún creen que el amigo imaginario les va a asegurar un lugar en el cielo, refleja de manera gráfica la decadencia de una sociedad que aún vive con miedo. Por lo mismo es que, al menos para quien estuvo presente el sábado 14 de octubre en el Óxido –mientras U2 llenaba el Nacional con su “mensaje de salvación” y toda su parafernalia de estadios…sin comentarios- y escribe esta reseña, una cosa es clara: el caos es mi vida. Y también la tuya, aunque lo niegues.

Escrito por: Claudio Miranda

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