#Ranking: Los 10 mejores temas de U.D.O.

A una semana de la visita de U.D.O a nuestro país, en TMR escogemos sus mejores temas. 

1.- "They Want War" ["Animal House", (1987)]: 

El primer gran éxito del combo liderado por el pequeño cantante germano; con este tema se dio a conocer a nivel masivo luego de su etapa en Accept (hasta el regreso durante principios de los '90). 
Un corte cuya intro electrónica desemboca en un riff tan simple como efectivo. La letra denota la inspiración de U.D.O. en la realidad que vivía el mundo durante la Guerra Fría, en especial su natal Alemania, dividida en dos bloques políticos irreconciliables durante muchos años. Técnicamente, posee una estructura compositiva cuya simpleza es compensada con una producción (a cargo de Mark Dodson) que hace de esta canción un himno, cuyo coro habla por sí solo. 

Más que un éxito a nivel radial, "They Want War" fue el impulso que necesitaba Udo para demostrar su supervivencia y peso como referente en el heavy metal, más allá de lo que había logrado junto a sus ex-compañeros de Accept.

2.- "Independence Day" ["Solid", 1997]: 

Durante los '90, Udo Dirkschneider se reunió con sus viejos amigos de Accept, editando trabajos tan notables como en su etapa ochentera; sin embargo, el impacto no sería el mismo que el provocado durante los tiempos de "Balls To The Wall" (1983).  Es así como, luego de la edición y promoción del débil "Predator" (1997), la banda nuevamente se disuelve y Udo decide reformar su proyecto despachándose un trabajo cuyo corte inicial deja en claro su intención de independencia definitiva.  "Independence Day" es una auténtica declaración de principios, no solo por la letra, sino que también porque denotaba una producción cuya calidad hacía honor al calificativo de "incombustible" hacia una figura que, hasta hoy, mantiene en alto la bandera del heavy metal más allá de lo que dictaran las tendencias del momento.

3.- "Break The Rules" ["Mean Machine", 1988]:

Si "Animal House" (1987) marcó el estreno de Udo Dirkschneider fuera de Accept, "Mean Machine" (1988) despejaría las dudas respecto a la determinación que tuvo el cantante de pavimentar su propio camino. El hit single de aquella placa fue "Break The Rules", una muestra de heavy metal a la vena, tanto en la música como en la letra. El heavy metal, más que un género musical, es una actitud que confronta todo lo convencional, y "Break The Rules" define claramente aquella transgresión; declaración de principios por donde se le mire.

4.- "Man And Machine" ["Man And Machine", 2002]: 

Empezando el nuevo milenio, U.D.O. decide apostar por la misma fórmula de sus trabajos anteriores, pero con una producción que hace notar la influencia de los cambios que trae consigo la nueva década, tanto en lo musical como en el discurso. 

"Man And Machine", corte que le da título y apertura a su octavo LP, comienza con un sonido de fondo que perfectamente podría haber sido inspirada en films clásicos de ciencia-ficción como Terminator o Robocop.  Notable ejemplo de versatilidad frente a los tiempos y sentido de la evolución, sin necesidad de apartarse de las raíces, lo que no deja de sorprender dentro de un género que pocas veces se ha abierto a la posibilidad de traspasar los límites impuestos entre los puristas. Camino similar al elegido por otro "pequeño gigante" durante los '90: Ronnie James Dio.

5.- "Heart Of Gold" ["Faceless World", 1990]: 

Tal como ocurrió con Accept durante los '80, U.D.O. no escapa a la crítica especializada que lo compara (o, mejor dicho, confunde) con AC/DC. Uno de los cortes responsables de aquello, sería el que da inicio a su tercera placa titulada "Faceless World" (1990), la cual inauguraba una década irregular para el heavy metal, un género al que, por esos días, muchos quisieron dar por muerto frente a las nuevas tendencias como el grunge y el posterior brit-pop.  A Udo Dirkschneider poco y nada le importó lo que estaba pasando, reflejando en "Heart Of Gold" una actitud comparable solo con un nivel vocal que da lo mejor de sí mismo en esos coros rebosantes de energía. Musicalmente, posee uno de esos riffs gancheros que la hacen identificable luego de 25 años, al punto de ganarse el cartel de "permanente" en los sets en vivo.

 6.- "Metal Eater" ["Timebomb", 1991]:

Seguida de la electrizante intro titulada "Gutter", "Metal Eater" se deja caer con el acelerador hasta el fondo. Punzante, directo, una clase magistral de heavy-speed metal que recuerda claramente a "Fast As A Shark" de Accept, pero con una producción que permite apreciar cada detalle en medio de la metralla. Cuando empezaban los tiempos duros para el heavy metal, U.D.O. supo mantener la jerarquía del género, despachándose un corte tan venenoso como el de la mordida de una cobra. Por ende, un favorito entre los fanáticos al momento de tocarla en vivo.

7.- "Mastercutor" ["Mastercutor", 2007]:

El sentido del humor refleja nuestro estado de salud. El heavy metal, luego de una década complicada, recupera aquella vitalidad de la mano de notables placas como "Mastercutor" (2007), undécimo LP de U.D.O. con el que los fanáticos de los inicios volvieron a fijar la mirada en el "pequeño gigante" alemán así como una generación de jóvenes bangers se encontraba con una leyenda del heavy metal que, claramente, no tenía intención alguna de vivir solamente del pasado y cuyo humor se hace notar en la introducción del track-título, al mejor estilo de los musicales de Broadway. Técnicamente, "Mastercutor" mantiene una fórmula que puede repetirse pero jamás aburrir. Prueba eficiente de que, en el heavy metal, menos siempre será más.

8.- "Animal House" ["Animal House", 1987]: 

Un detalle importante respecto a la realización del LP debut de U.D.O. es la composición de las canciones por parte de Accept, así como las letras estarían a cargo de "Deafy" (pseudónimo de la esposa de Wolf Hoffman, guitarrista y líder del legendario combo alemán). Motivo suficiente que da para pensar del track que abre y titula la placa, cuyo riff cabalgado (extrañamente similar a "Restless And Wild"). A muchos dio a pensar que era más bien otro álbum de Accept. Más allá de aquel dato técnico, la atmósfera siniestra que genera la intro pude pillar desprevenido a todo aquel que no esté preparado para una descarga directa de heavy metal químicamente puro. Un mazazo directo al cráneo, coronado con la cruda y potente voz del pequeño gigante alemán. Un inicio demoledor.

9.- "Two Faced Woman" ["Solid", 1997]:

Luego de la separación de Accept, promediando la década de los '90, Udo Dirkschneider no perdió su tiempo y reagrupa a U.D.O., editando, en 1997, el contundente "Solid", un LP que le hace honor a su nombre, debido a la indeleble solidez propia del heavy metal, un género que, durante esos años, aún mantenía un poder aplastante e incólume, pese a que técnica y comercialmente se le consideraba un estilo obsoleto dado el bajo momento por el que pasaban las grandes luminarias como Iron Maiden, Judas Priest y los mismos Accept.  "Two Faced Woman" posee un riff que reúne lo mejor del heavy metal clásico, con una energía juvenil que dejaba en claro la supremacía incuestionable de un género cuya honestidad no se transa.

10.- "Speeder" ["Decadent", 2015]:

El LP más reciente de U.D.O. abre con este corte cuyo título habla por sí solo. 

A sus 62 años y luego de casi 40 años en la carretera, Udo Dirkschenider ya no tiene nada que probar respecto a su categoría de referente dentro del heavy metal; sin embargo, siempre será bienvenido un bombazo como "Speeder", una auténtica muestra de metal veloz y agresivo, pero con esos matices melódicos y coros energizantes que hacen de esta canción un himno inmediato. No es uno de sus momentos más brillantes, pero son pocas la viejas glorias que pueden darse el lujo de mantenerse en forma sin necesidad de vivir de los éxitos del pasado.

BONUS TRACK

- Accept - "Balls To The Wall" ["Balls To The Wall", 1983]:

Hasta 1983, Accept, con cuatro notables trabajos en estudio bajo el brazo, se había ganado un lugar merecido entre los grandes del heavy metal a nivel nacional y continental, en especial con trabajos como "Restless & Wild" (1982), obligatorio para entender los orígenes de la oleada speed-thrash metal que surgiría con fuerza descomunal desde Alemania. Pero no sería hasta la edición de "Balls To The Wall" (1983) cuando el combo alemán alcanza el éxito masivo a nivel mundial. El corte que le da título a la placa pasaría a convertirse en un himno del heavy metal por méritos propios: un riff filoso y motivador, una base rítmica simple pero demoledora, y un coro de esos que se entonan con el puño en alto. Suficiente como para ser rotulada como intocable en los set de U.D.O. durante los próximos 30 años.

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