Nunca esta demás descubrir nuevas bandas y abrir el catálogo
personal que cada uno tiene, o dicho de una manera más sencilla y chilenizada
“poner oreja”. Es por eso que en esta reseña les traigo una banda no muy
conocida (honestamente no sé porqué) de Metal Progresivo. La “música
inteligente” vuelve a hacer protagonismo con sus complejas composiciones y sus
canciones de larga duración al más puro estilo Dream Theater. Me refiero a la banda británica Haken. Formados en Londres el año 2007, esta agrupación que
ya tiene 3 excelentes discos bajo la manga y un EP editado el año pasado, en
donde se encuentra la participación de Mike Portnoy, combinan de una manera
sorprendente el rock progresivo con el metal progresivo para al mismo tiempo incluir
toques de jazz, power metal, reminiscencias arábicas, música incidental y un
larguísimo etc. Todo esto combinado, da como resultado un sonido absolutamente
alucinante que te cautiva de inmediato. Una prueba fehaciente de ello es su
primer disco “Aquarius”. “The point of No
Return” da el vamos a la placa de
manera imponente con un piano cautivador y una música bastante lúdica para
luego pasar a un épico intro de guitarra y teclados, para seguir con la calma
con un angelical canto de parte del vocalista de la banda Ross Jennings, quien
en varios pasajes del disco imita muy bien la voz del, conocido por todos,
James LaBrie. Como dije al principio, con una fuerte y muy marcada
influencia de Dream Theater, en este disco se encuentran solos de
guitarra de la onda de John Petrucci o increíbles secciones de teclado a lo
Jordan Rudess. Lo que le da una riqueza musical increíble a este disco, que si
me preguntan, debería ser muchísimo más reconocido y no estar en el anonimato
desde el año 2010 que fue publicado. 7 canciones las cuales en su gran mayoría sobrepasan
los 10 u 11 minutos de duración, pero que te transportan en un viaje realmente
indescriptible.
Volviendo al disco, “Streams”, el tema que prosigue, es una agradable canción de 10
minutos que comienza muy alegre e inocentemente para luego llevarnos al medio
oriente con un teclado árabe y posteriormente un solo de guitarra y teclado
realmente fuera de este mundo. Para después, al igual que el tema anterior,
mantenerse en la calma y serenidad pura para inmediatamente traernos un teclado
fúnebre y una voz del fondo de las tinieblas que pareciera que te amenazara con
llevarte a lo más profundo del infierno. Luego el tema sigue en una onda media Opeth con una sección atmosférica y
oscura y con Ross cantando, como dije anteriormente, tal cual como LaBrie. Una mezcla de sonidos y
emociones que se complementan y cambian de un segundo a otro. Simplemente
notable. “Aquarium” parte calmada hasta la mitad del tema, en donde
se pusieron las pilas e hicieron explotar esa energía que ya estábamos
comenzando a extrañar. Y así llegamos al tema “corto” del disco. “Eternal Rain” a pesar de ser el tema
más corto de la placa bordea los 7 minutos, que no es poco. Con un teclado
espacial se da inicio a este excelente tema que tiene una muy buena fusión de
voz con bombo de batería y un coro digno de cantarlo con todo el corazón.
Mención aparte para los increíbles solos de guitarra y teclado. “Drowning In
The Flood” entraría
a ser el tema más pesado del disco. Con una penetrante instrumentación y canto que
no deja indiferente a nadie. Pero también con un momento para dejarnos respirar
un poco para luego llegar a un catártico final.
Luego de la calma y tranquilidad de “Sun”, llega el tema que baja la cortina
de la placa, y que mejor para cumplir esa labor que con la grandiosa “Celestial Elixir”. Un tema épico,
atmosférico, progresivo, extenso e intenso. 17 minutos de maestría pura.
Partiendo con una melodía haciendo alusión a la película “El mago de oz”, este tema explora diferentes sonidos y sensaciones
que difícilmente uno puede experimentar más de una vez.
Con el solo hecho de imaginarme como sería escuchar
este tema en vivo se me eriza la piel. Debe ser una experiencia simplemente
espectacular. Con un intermedio bastante gracioso, este tema podría
incluso hasta bailarse (bueno esa parte) para después seguir alucinando con las
increíbles secciones de teclado y, no se había escuchado antes en el disco, la
pequeña intervención de un banjo lo que le da una onda extra al tema muy buena. Una parte instrumental que literalmente te atrapa es
lo que sigue para después volver al coro inicial y luego seguir con un buen
solo de guitarra para finalmente terminar abruptamente con un discreto teclado.
Y así cerrar un disco que, personalmente, digo que es una obra de arte.
Haken: Una excelente banda
injustamente poco conocida que se merece más reconocimiento y compartir el
trono de las bandas de Metal Progresivo al igual como lo hacen bandas
connotadas del género como lo son Dream
Theater, Rush, Tool, Porcupine Tree, Riverside, Opeth, entre otras. Y no sería nada de malo tenerlos por acá en
algún futuro tocando en un concierto de carácter intimo en un recinto cerrado
como, porque no, Teatro Caupolicán, Teatro Cariola o la Cúpula. Una banda como
ésta es para recintos cerrados y pequeños por la música atmosférica que
crean.
“Aquarius”: Un disco que recomiendo a
ojos cerrados. Los que no lo han escuchado no esperen más tiempo para hacerlo.
Se deleitaran desde el primer segundo. Se los aseguro.
La “música inteligente” fue protagonista el día de hoy
y el que no la entienda ni aprecie, mejor vaya a escuchar lo que dan en la radio.
Año de Publicación del disco: 2010
Tracklist:
1. The Point of No Return
2. Streams
3. Aquarium
4. Eternal Rain
5. Drowning in the Flood
6. Sun 07:19
7. Celestial Elixir
Stream:
Review Escrito Por: Lucas Espinosa Peña
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