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#LiveReview: Stravaganzza: Un viaje de oscuridad y nostalgia


Les resumiré en una palabra el show de Stravaganzza: Maravilloso. La banda liderada por Leo Jimenez y Pepe Herrero era un pendiente para estas tierras hace muchísimo tiempo. Y aún asumiendo el parangón indefinido anunciado hace varios años, la esperanza siempre estaba presente: Stravaganzza va a volver. Hace un tiempo el mismo Jimenez lo anunció en un show en solitario: “Estaremos en Chile”.

Y así fue como un Rock & Guitarras era el lugar más idóneo por la producción para albergar a la fanaticada que se repletaba un viernes después de la oficina para escuchar a los españoles. “Dios” era el inicio de esta verdadera sinfonía de la oscuridad, vitoreada por todos los presentes, con problemas de batería para Carlos Expósito, pero que prontamente fueron solucionados.

Seguíamos con el “Primer Acto”, al sonar “… y en soledad me lamento”, el cual sonó demasiado bien considerando el contraste entre su versión grabada y el actual sonido que levanta el ahora quinteto. Los brincos llegaron con “Grande”, un clásico que era justo y necesario para un público que solo quería saltar y gritar. Y ya a esta altura comienza –tal vez- el único “pero” del show: la falta de ventilación. Leo Jimenez insistió en innumerables ocasiones que producción abriera el portón del lugar pues el calor era demasiado, incluso suspendiendo a momentos el show.


Gracias a la buena disposición de la producción chilena, este problema si bien no fue solucionad, sí bue debidamente bien llevado pues entre el descanso de los siguientes temas había un paréntesis para abrir las puertas y que ventilara el lugar que a esta altura era un verdadero sauna.

Seguimos con el concierto “Sin Amar” nos llevaba a un verdadero “camino de oscuridad”, como lo mencionaba Leo. “Pasión” sonó épica, la falta de un tecladista no mermó en ningún momento la increíble performance de los músicos quienes se valieron de los correctos recursos de pistas. Y así el concierto iba entre melodías fugaces como “Impotencia II” y “Mi tempestad”. En el primero rescato que fue el momento donde se notaba realmente el desgaste vocal de Leo, pues no hizo los guturales y la verdad es que tenía problemas para llegar a las notas altas. En algún momento mencionó que venía enfermo desde Madrid. Poco le importó al presente, “Dolor” y “Máscara de seducción” nos llevaban por pasajes mágicos, entre la oscuridad, la atmósfera y los poderosos riffs orquestados por el maestro Herrero, mención aparte a la prolijidad de Patricio y Carlos, quienes cerraban filas junto a Migueloud Ontivero, quien con un bajo perfil dio el soporte necesario para cerrar filas en torno a un show único.


Lo que  más rescato del show, además de la garra y puesta en escena de los músicos, fue precisamente que hayan hecho un repaso íntegro de sus mejores éxitos. Y es que sin disco nuevo bajo el brazo era la mejor opción. “Desilusión”, “Cuestión de fe” y “Deja de llorar”, tocadas en ese orden son el mejor ejemplo. Ya hacia el final rescato el regreso a la caña con “Miedo” y la nostalgia de “Un millón de sueños” y “Raíces”. El concierto llevaba ribetes de emotividad que justificaban cualquier problema de sonido o de ventilación. Leo Jimenez ya ha venido muchas veces a Chile, primero con 037 y luego como formato totalmente solista, debe haberles comentado al resto de la banda lo apasionado que es el público chileno y ojalá que la banda lo haya internalizado y haya disfrutado una gran experiencia.

“Hijo de la Luna” convirtió el Rock & Guitarras en un verdadero karaoke, cerrando una tremenda jornada donde esperamos varias cosas: Primero que Stravaganzza vuelva, ojalá a un recinto de mejor convocatoria y segundo lugar, que ojalá sea con material nuevo, la banda fue una adelantada en su época, mostrando un espectáculo completo, profundo y con un sonido envolvente que no era necesariamente lo acostumbrado a oír considerando el mercado de metal hispano. Esperemos que volvamos a encontrarnos, gracias por una jornada única, que era justa y necesaria.


Escrito por: Sebastián Lago
Fotos por: Priscilla López


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