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#LiveReview: Acero Nacional "Para ser libres, hay que tener alma de acero"


De acuerdo a lo anunciado en las redes oficiales, el evento realizado la noche del 20 de diciembre en el clásico Bar de René, anunciaba el estreno en sociedad del videoclip para "Libre". En la práctica, no obstante, Acero Nacional es de aquellas agrupaciones cuyas presentaciones adquieren tintes de fiesta no solo para los fans del Heavy Metal en su estado más puro, sino también de la gente común, los que madrugamos a diario para sobrevivir en la jungla urbana. Por ende, y pese a algún retraso respecto a la hora indicada, el público respondió a la altura de la reputación con que el quinteto ha pavimentado su carrera desde hace 7 años y coronado con la edición de El Sonido del Metal (2016), álbum debut con el cual toda la ferocidad desbordada en sus presentaciones en vivo quedó fielmente reflejada en el estudio. De aquel trabajo, Acero Nacional ya había estrenado su primer videoclip hace unos meses -"Víbora"- y esta vez fue el turno de "Libre", un himno del cual sus fans serían capaces de cantarla completa a todo pulmón y con puño en alto.

   El espectáculo comenzaría con el visionado del mencionado videoclip, un fiel reflejo audiovisual de la esencia de una agrupación que, reiteramos, se formó en la calle, en los escenarios, en donde, en buen chileno, "las papas queman". Y luego de la positiva recepción, una vez finalizado el visionado, la explosión con "Mi Raíz" nos introdujo de inmediato en lo que sería un espectáculo de primer nivel, siempre en base a la música, los riffs de alto octanaje y, sobretodo, la actitud. Esa misma actitud que hace de "Nunca me verás caer", "Sangre de Metal" y "Santa Inocencia" un arsenal de misiles cuya carga explosiva apenas podría dejar sobrevivientes.


   Por supuesto, la alusión a cierto personaje que acaba de ganar de ser elegido hace unos días como Presidente estuvieron presentes. Los "tiempos mejores" a los que alude el cantante y frontman Andrés Fuentes terminan hechos polvo a partir del riff inicial de "Víbora", una de esas canciones perfectas para dedicarla en mala, sin censura y, si es posible, con un puñetazo directo a la cara, con fractura de tabique incluida. Por supuesto, y tal como lo proclama la misma banda, también hay lugar para la emoción, los sentimientos filiales. Es así como la inédita "Rumbo a la Eternidad", inspirada en la relación padre-hijo y todo lo que conlleva para quienes saben que no es tan sencillo como lo pintan, no solo obtiene la aprobación unánime, sino también pareciera que de entrada se ha ganado su lugar en el set, así como nos da una pista del futuro inmediato de Acero Nacional.

Siempre es bueno destacar la labor de cada músico, más aún cuando la música y el objetivo en común siempre se ubicará por sobre el individualismo o cualquier exceso innecesario. Así como Andrés Fuentes se instala sobre el escenario con esa personalidad propia de un maestro de ceremonias y protagonista -a la altura de un desempeño vocal que nos remonta a los orígenes del Heavy Metal en su forma primigenia, como lo fue en Inglaterra a comienzos de los '80-, la dupla conformada por Carolina Hernández y Cristian Kowal en las guitarras despliega toda su metralla hasta derribarlo todo, al mismo tiempo que sus solos generan una sobrecarga eléctrica con peligro de incendio -por momentos, la guitarra de Kowal parecía estar más baja respecto a la de Hernández, el único punto bajo en cuanto a sonido-; mientras, el bajista Jorge Fuentes y el baterista Javier Sepúlveda mantienen el peso con que Acero Nacional impone sus términos, literalmente retumbando como cañón, como debe ser el Heavy Metal en su forma más tradicional y, a la vez, comprometida con aquello que nos afecta a muchos ciudadanos en la vida cotidiana.



  El swing bailable de "Rocanrol", la ráfaga relampagueante de "Trueno" y el groove amenazante de "Renacer" marcan el último tramo de la presentación, dejando en claro que la noche -y el público- ha estado, está y siempre estará con ellos. Puede que suene cliché, pero lo mejor del Rock en nuestro idioma es la transversallidad que puede lograr mucho más allá de un género determinado. Y debe ser por la misma razón que la homónima "Acero Nacional" se ensalza como una Declaración de Principios sin necesidad de recurrir a la autorreferencia "al estilo Manowar", lo que para el público, sea fans o no, es una señal de que lo que ocurre sobre el escenario genera una identificación inevitable. Y una vez terminada la presentación, y ante la constante petición del público eufórico en su totalidad, llegaría el cierre definitivo con "Libre", esta vez interpretada in-situ por sus propios creadores. Cierre de oro para una presentación que nos permite volver a casa sonrientes ante tamaño nivel de espectáculo brindado. Esperemos que durante el próximo gobierno, nuestro acero se mantenga incólume ante cualquier intento de venta por parte de quienes solo buscan el beneficio propio en desmedro de la gente común. Acero Nacional hay para rato y los motivos están aquí explicados. El futuro se ve fructífero para ellos, y todo aquello es cuestión de trabajo duro, característica que no ha cambiado en absoluto y que viene siendo una constante desde sus inicios. Contra todo y contra todos, El Heavy Metal se erige como lo que es en su esencia: la banda sonora de la gente trabajadora, los hijos del rigor. Para ser libres, hay que tener alma de acero.

Escrito por: Claudio Miranda
Fotos por: Sebastian Dominguez 

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1 Comentarios

  1. Excelente Resumen de lo que pasó. Suenan muy bien en vivo! Los temas poderosos y las guitarras afiladas. Grande Acero!!

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