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#Especial: Herencia Fúnebre: La evolución de Opeth en seis trabajos fundamentales


A solo días de la cuarta presentación -esta vez por partida doble- de Opeth en nuestro país, en Resistance hemos realizado una selección con 5 trabajos fundamentales en la prodigiosa evolución que ha caracterizado la carrera de la agrupación sueca liderada por el eterno Mikael Akerfeldt durante un cuarto de siglo, todos ellos referentes dentro del Progresivo de las últimas dos décadas, unos más controversiales y sorprendentes que otros.
 1.- Morningrise (1996): Un año después del asombroso estreno en sociedad con el increíble Orchid, Opeth reafirma al año siguiente una fórmula que combinaba la brutalidad extrema del Death Metal con una creatividad que ya empezaba a barrer con todos los estamentos existentes en el género. Morningrise, segundo LP de la banda originaria de Estocolmo -con el productor Dan Swano, el gurú del Metal Extremo en Europa, supervisando como lo hizo en el trabajo anterior-, representa la pureza de una propuesta que, pese al escaso éxito a nivel de ventas, daba cuenta del camino elegido por cuatro jovenes veinteañeros dueños de una experticia técnica propia de veteranos maestros. Destacan cortes como "Advent", "The Night and the Silent Water" y la canción más larga de todo el catálogo de Opeth, "Black Rose Immortal", una suite que, en 20', nos sumerge en los recovecos más oscuros de nuestros pensamientos.
2.- My Arms, Your Hearse (1998): Si los dos trabajos anteriores daban cuenta del tremendo potencial que distinguía a Opeth del resto de sus colegas de generación, el LP publicado en 1998 despejaría todas las dudas respecto a la orientación conceptual de los suecos. My Arms, Your Hearse es el primer álbum conceptual de la banda, con la temática del amor trágico -concepto también presente en el siguiente Still Life (1999)- adquiriendo tintes reales debido al esfuerzo mental con que Mikael Akerfeldt plasmó todo el sentimiento de pérdida y rechazo en cada una de las 9 piezas que conforman esta obra. Musicalmente, se trata de un momento importante para la banda a nivel creativo: la prensa especializada no tarda en caer rendida ante la belleza lúgubre de una placa que se erige de inmediato como un "The Dark Side Of The Moon" en clave Black Metal, o, también, el cruce perfecto entre Yes y Cradle Of Filth.
3.- Blackwater Park (2001): Hasta comienzos del presente siglo y la década pasada, el Metal Progresivo veía en Dream Theater a su máximo referente a nivel mundial. Pero aquello cambiaría con la publicación de un trabajo que terminaría dándole la razón a Mikael Akerfeldt respecto al enlace existente entre el Rock Progresivo de los '70 -particularmente, King Crimson-, y el Death Metal con que Opeth se hacía un nombre dentro de su generación. Blackwater Park, quinto larga duración en la floreciente trayectoria de los de Estocolmo, termina por convencer definitivamente a los escépticos que, hasta entonces, se negaban a aceptar la posibilidad de que una banda ligada al Death Metal pudiera concebir un sonido capaz de intercalar brutales riffs demoníacos con atmósferas melancólicas capaces de adquirir dimensiones reales en cada nota. Por supuesto, vital en el éxito de esta placa resultaría la labor de Steven Wilson -su voz resalta con claridad en el coro de "Bleak"- como productor, tarea que desempeñaría en los siguientes Deliverance (2002) y Damnation (2003).
4.-Damnation (2003): Lo que en un comienzo estaba planeado como un álbum doble, debido a exigencias del sello (KOCH), terminarían siendo dos trabajos editados por separada, con una diferencia de 5 meses cada uno. Deliverance (2002) resumía los pasajes más brutales del sonido Opeth durante su primera década. Pero Damnation resultaría toda una sorpresa, ya fuera para gusto o disgusto de su cada vez más reciente legión de fans. La ausencia absoluta del Death Metal en favor de atmósferas cálidas y repletas de tristeza a la vez, en cada acorde y fraseo, enajenó a un sector de fans que seguían a la banda desde los inicios. Por otro lado, la fascinación de Mikael Akerfeldt por la psicodelia y el Prog de los '70 resultaría decisiva al momento de reflejar en la música la columna vertebral de una banda que disipó todas las dudas respecto a la orientación creativa de una banda que siempre se resistió al encasillamiento ajeno.
5.- Ghost Reveries (2005): La firma con el sello Roadrunner y la incorporación oficial del tecladista Per Wiberg amplifican el creciente y merecido éxito que obtiene Opeth luego de casi 15 años de trayectoria. El octavo LP de los suecos no solo supera el éxito obtenido por el seminal Blackwater Park, sino además corrobora la efectividad de una fórmula destinada a superar todo tipo de barreras y estamentos impuestos, incluso dentro de las corrientes más ligadas al Progresivo. Ghost Reveries destaca por la notoria presencia de los teclados respecto a trabajos anteriores, denotando el comienzo de una apertura hacia lo que será su futura evolución a través de del pasado, donde la influencia de referentes como Deep Purple, Camel y ELP se convertirá en la firma presente en un trabajo cuya solidez en todos sus flancos despeja todas las dudas existentes entre quienes veían con recelo la firma con una multinacional. De paso, marcaría la despedida del baterista Martín López -debido a problemas de salud que le impedían rendir en vivo- y, poco después, el guitarrista Peter Lindgren, este último afectado por una crisis motivacional que culminaría en su renuncia a Opeth -luego de poco más de una década- y su posterior retiro de la música.
6.- Heritage (2011): Si Damnation insinuaba un alejamiento momentáneo del Death Metal en favor de la psicodelia y la experimentación, el LP editado en 2011 marcaría, definitivamente, un antes y un después en la carrera de los suecos. Adiós para siempre (?) a las voces guturales, el doble pedal machacante y la brutalidad sangrienta de las guitarras. Para los fans más 'metaleros', fue un duro golpe. Sin embargo, Heritage no solo es un punto de inflexión, sino también una radiografía de la columna vertebral de una banda que, pese a la asociación con las corrientes más extremas del Metal desde los inicios, siempre se mantuvo firme a sus principios. Entre los cortes que conforman esta tremenda placa, destaca "Famine", el cual incluye la colaboración de músicos de renombre como el experimentado percusionista peruano Alex Acuña -pionero dentro del jazz con toques afrocubanos y recordado por sus colaboraciones con gigantes de la música como Weather Report, Joni Mitchel y Gilberto Gil- y el soberbio homenaje a Ronnie James Dio -fallecido en 2010- con "Slither".



BONUS TRACK

The Roundhouse Tapes (2007):
El poder creativo de Opeth sobre el escenario adquiere dimensiones gigantescas y envolventes, como se puede apreciar en sus tres directos oficiales. Pero si hubiera que elegir uno en especial, el trabajo editado en 2007 posee una característica bastante singular: repasa todo el catálogo de los suecos –a pesar de la omisión de Deliverance- desde su LP debut hasta Ghost Reveries, disco promocionado en ese momento. Aquel registro marcaría el debut oficial del baterista Martin Axenrot en reemplazo del saliente Martín López. Por otro lado, el show registrado en Londres a fines de 2006, seria uno d elos últimos con el guitarrista Peter Lindgren, eterno compañero de Mikael Akerfeldt desde el lanzamiento del primer LP hasta entonces.
06 de Abril, Opeth en el Teatro Caupolicán - Más Información

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