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#Especial: Surfing With Satch "5 Trabajos Esenciales en la Carrera de Joe Satriani"


El próximo 4 de diciembre, el guitarrista Joe Satriani vuelve a nuestro país en el marco de su gira de celebración por sus 30 años de carrera artística. Por eso y más, con el equipo de The Resistance hemos elaborado una selección de cinco trabajos fundamentales en la carrera del virtuoso maestro del Rock instrumental a través de las seis cuerdas, incluyendo alguna sorpresa.

1.- Surfing With The Alien (1987): Un año después de debutar tímidamente en solitario con el LP Not Of This Earth (1986), Joe Satriani se la juega por un trabajo más melódico y 'ondero', y mucho más resuelto que su antecesor. "Surfing With The Alien" combina la exquisita técnica con que el músico de origen ítalo-americano ya daba que hablar en esos años con la capacidad de generar melodías coloridas, siempre plasmadas en esos solos electrizantes que no tardarán en dictar cátedra en su generación y las posteriores. Desde el frenesí inicial con el corte-título hasta la elegancia jazzera de ”Echo”, pasando por ”Ice 9”, ”Crushing Day”, la dulce ”Always With Me, Always With You” y la más festiva ”Satch Boogie”, Surfing With The Alien se ha mantenido vigente gracias a una propuesta instrumental que apela tanto a la creatividad como a los sentimientos expresados en torno a la música, todo complementado con una técnica que combina elementos propios del Rock duro, blues, jazz, funk y, por qué no, el progresivo. Para muchos se trata de su mejor trabajo, el que definiría su carrera durante las próximas décadas. Imprescindible en toda colección y un deber para los músicos, melómanos y amantes de todo lo que tenga que ver con las seis cuerdas.









2.- The Extremist (1992): Hasta comienzos de los '90, Surfing With The Alien se mantenía insuperable a nivel de ventas y críticas. El ahora calvo guitarrista no atravesaba por un buen momento -incluso, a fines de los '80, fue víctima del robo de parte de su equipo-, y Flying In a Blue Dream (1989), en gran parte, fue concebido con una fuerte carga estresante al mismo tiempo que Satch sufría la partida de su padre, a quien dedicaría ”Into the Light”. Pero sería el mismo Mick Jagger quien le ayudaría a reimpulsar su carrera al contratarlo para su gira solista -antes de la reunión con Richards, Wood, Wymann y Watts- y a comienzos de los '90, da el batatazo con The Extremist (1992), su trabajo más exitoso a nivel de ventas y popularidad. Gracias a su refrescante producción, el cuarto LP de Satriani refleja una asombrosa capacidad compositiva, mezclando melodías certeras hechas para la radio, con una destreza técnica sobrecogedora. ”Friends”, ”Cryin'', ”Why”, ”War” y ”Motorcycle Driver” son solo algunos ejemplos de cómo el virtuoso guitarrista lograba la masificación de su propuesta artística sin ceder en lo absoluto sus principios. A eso se suma la inclusión del hit que le valdrá al pelado la consagración, la clásica ”Summer Song”, su canción más conocida e infaltable en sus presentaciones hasta hoy.



3.- Joe Satriani (1995): El éxito a nivel mundial de The Extremist le permite a Joe Satriani el poder incursionar de lleno en un género que lo apasiona desde temprana edad, el blues. Su placa homónima devela aquella orientación de manera brillante, apelando a la sencillez y emotividad propias de un género cuya única exigencia consiste en dejar el alma en cada nota ejecutada. Influencias de la talla de Eric Clapton, Jeff Beck y Jimi Hendrix se ven fielmente reflejadas en cada uno de sus tracks, siempre manteniendo un sello distintivo, originalidad ante todo. Si bien significó una baja recepción por parte de sus fans respecto a las placas anteriores, Satch deja en claro que su LP homónimo responde a una necesidad interior por incursionar en otros sonidos más allá del Rock, lo que le valdrá su incuestionable reputación como músico e instrumentista totalmente fuera de serie. Por cierto, gran parte del cálido y potente sonido del álbum se lo debemos al prestigioso productor Glyn Johns (The Rolling Stones, The Who, Eric Clapton), cuya labor en la sala de control fue determinante en el resultado final.



4.- Engines Of Creation (2000): La llegada del nuevo siglo/milenio trae consigo la necesidad de explorar rumbos a los cuales pocos se atreven. Para Satriani, era la oportunidad de romper una serie de barreras estilísticas en el género, aunque aquello involucrara alejarse notoriamente de sus raíces más ligadas al Blues y el Jazz. Engines Of Creation, octavo álbum en estudio del maestro de las seis cuerdas, revela una faceta experimental al momento de incursionar en el terreno de la electrónica y el techno, estilos en los que Satch no duda en utilizar todos los recursos técnicos a su alcance. Para la mayoría de los fans, se trata de su trabajo más controversial, resulta 'chocante' el que un músico ligado al Rock en su vertiente más tradicional escudriñe en 'territorio enemigo', pero aquello no le resta interés al material. Todo lo contrario: para Satch, Engines Of Creation define la versatilidad extrema con que la guitarra podía moverse libremente a través de otras dimensiones, ya no era un instrumento exclusivo del Rock, y la decisiva influencia, reconocida por el propio Satriani, de eminencias como Brian Eno y Robert Fripp se hacían notar de manera natural. Trabajo totalmente recomendado, a prueba de prejuicios y etiquetas.



5.- Shockwave Supernova (2015): Durante más de tres décadas, Joe Satriani se ha mantenido firme en la escena como un revolucionario que, a sus 60 años, sigue dictando cátedra de buen gusto y virtuosismo en favor de la música como necesidad espiritual. Shockwave Supernova, su trabajo más reciente, resume en poco más de 1 hora la brillante carrera del reconocido músico, gracias a una producción pulcra, quizás menos electrizante que durante sus inicios, pero primando siempre la clase con que el calvo guitarrista da rienda suelta su creatividad y la plasma de manera efectiva. Puede que no esté a la altura de un Surfing With The Alien o un The Extremist, pero la presencia del bajista Bryan Beller (James Labrie, Steve Vai) y el extraordinario baterista Marco Minnemann (Steven Wilson, Paul Gilbert), ambos compañeros en The Aristocrats -banda que también cuenta en sus filas con el guitarrista Guthrie Govan- y componentes actuales de la agrupación que acompaña a Satch en su gira actual, se hace notar durante toda la placa. Digno y grato reflejo del presente de un músico que, a estas alturas, sigue maravillando con sus monstruosas habilidades en la guitarra.




Bonus Track

Chickenfoot - Chickenfoot (2009): A pesar de su breve pero conocida incursión como músico invitado en Deep Purple a mediados de los '90 -en reemplazo del renunciado Ritchie Blackmore, quien abandonaría definitivamente el barco en plena gira-, la carrera de Joe Satriani tomaría un giro en 2009, cuando por primera vez en su carrera participa en un proyecto grupal que no tardará en dar frutos, a diferencia de su frustrada llegada a la legendaria banda británica debido a problemas contractuales. Al experimentado guitarrista se sumaban el bajista Michael Anthony y el cantante Sammy Hagar -ambos compañeros en Van Halen durante más de una década- y el baterista Chad Smith (Red Hot Chili Peppers), con quienes registrará un LP que solo llevará por título el nombre de la banda. En solo una hora, se siente la unión de fuerzas entre sus cuatro componentes, dejando en claro que no solo se trata de una selección de estrellas, sino también hay ganas de tocar Rock 'n' Roll y pasarlo bien. Chickenfoot refleja el ambiente distendido en el que fueron concebidos sus once tracks, con cada integrante desplegando sus capacidades técnicas y creativas de manera categórica, siempre con naturalidad. Para los seguidores de Satch, tanto el álbum como la experiencia de trabajar en grupo con renombrados colegas son la prueba contundente de que sus virtudes con la guitarra iban más allá de la pirotecnia instrumental. A Satriani le gusta tocar y sentir la vibra del buen Rock, y a través de Chickenfoot revive con vigor el interés de los amantes de las seis cuerdas por su carrera revitalizada de manera tremenda.










Escrito por: Claudio Miranda

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